Una noche te vi pasar, no sé donde ibas, tenías cara de asustado, solo te mire una vez pero con ese vistazo pude notar algo extraño, algo fuera de lo común y si soy más específica creo que incluso llegue a ver algo realmente extraordinario, algo que no tiene que ver conmigo, ni siquiera contigo.
¿Dónde ibas? ¿Por qué giraste tu cabeza tan solo un segundo y conseguiste verme pero aún así seguiste adelante?, ¿qué te hizo no parar, pero si me viste? ¿No me recuerdas? Soy yo, la que te hizo reír una vez, la que te hizo soñar muchas, la que te beso hasta el alma, la que te quitó la ropa mil veces pero la que te vio desnudo mucho antes de eso, la que te devolvió la ilusión, esa que perdiste sin saber por qué, la que lleno tu vida de globos, rosas y bailes, la de los paseos locos bajo la lluvia y encima de las nubes, la que te enseño a despedirte de tus heridas con nombre de “papá”, la de los debates, largos, intensos, sin sentidos pero sintiendo creo que esa fue yo, o no lo fui? quizás fue eso, que solo fui yo la que estaba, la que me veía, ¿tengo razón? odiaría tenerla…
Una vez me preguntaron si prefería ser feliz o tener razón y mi respuesta la tuve clara, ser feliz, pero esa noche al verte pasar no pude más que gritar tu nombre, o quizás lo susurré, no lo tengo claro, pensé que al girarte y verme volverías a recordar, a recordar eso que olvidaste un día no muy lejano, pero me miraste como si fuera una extraña, alguien que jamás pasó por tu vida, alguien que jamás se quedo cuando te caíste, me miraste como si fuera nada, y me puse triste, mucho pero sabes? No fue por mí, me puse triste por ti…. “Que manera tan desgarradora de que alguien al que amaste deje de ver aquello por lo que realmente una vez se sintió vivo de verdad”.
Y desde entonces te veo pasar, cada noche, cabizbajo, sin rumbo, como todos…. pero ya no te llamo solo observo cómo te pierdes con el resto del mundo, entre personas andando por la calle y recuerdo que un día yo te saqué de ahí, de lo común de lo mundano, de lo típico, de lo cotidiano, de lo ordinario, de lo poco especial, de brillar entre tanta oscuridad y entonces sonrío porque ya lo entendí, entendí que fui YO quien te convirtió en eso en “algo extraordinario” y que al igual que tú perdiste aquello que soy capa de dar, también entendí que lo puedo volver hacer por que esa MARAVILLA fue mía y nunca fue tuya.
