“Sólo la presencia física del hombre en un espacio no cartografiado, así como la variación de las percepciones que recibe del mismo cuando lo atraviesa, constituyen ya formas de transformación del paisaje que, aunque no dejan señales tangibles, modifican culturalmente el significado del espacio y, en consecuencia, el espacio en sí mismo”
Francesco Careri
Walkscapes: El andar como práctica estética, es un libro que narra cómo se percibe el paisaje, lo que nos rodea a través del acto de caminar.
La necesidad que tenemos de movernos, de un lugar a otro, visitar, descubrir y experimentar es algo primitivo que nos acompaña a lo largo de la historia, a la vez que construir y modificar lo que nos rodea allá donde vayamos, ya sea de manera consciente o inconsciente.
“Nos pertenece la facilidad con la que tendemos a apoderarnos y marcar aquellos lugares”
Es el espíritu nómada que todos llevamos dentro lo que nos lleva a construir un universo simbólico relacionado con cada uno de los sitios que experimentamos, a los que asignamos sentimientos y sensaciones que más tarde podrán convertirse en nostalgia e incluso rechazo, ¿quién no tiene un lugar favorito que recuerda a la vez con alegría y nostalgia? ¿O por el contrario aquel al que no se atreve a volver, por el rechazo y la tristeza que supone solo imaginarse de nuevo en ese lugar?
Pero también nos pertenece la facilidad con la que tendemos a apoderarnos y marcar aquellos lugares que de una manera u otra consideramos que son nuestros, de los que hemos formado parte y, por tanto, dejamos huella, aunque en un principio podamos considerarlo un lugar de paso.
“Construyendo y destruyendo, así nos movemos por el mundo, aportando lo mejor y lo peor de nosotros”
“La historia de los orígenes de la humanidad es la historia del andar, la historia de las migraciones de los pueblos y de los intercambios culturales y religiosos que tuvieron lugar durante los tránsitos intercontinentales. A las incesantes caminatas de los primeros hombres que habitaron la tierra se debe el inicio de la lenta y compleja operación de apropiación y de mapación del territorio”.
Construyendo y destruyendo, así nos movemos por el mundo, aportando lo mejor y lo peor de nosotros, un proceso constante y circular en el que creamos objetos, recuerdos, cultura, al mismo tiempo que la hacemos desaparecer.
Siguiendo la línea temática que está llevando Natalia Conde, creo que nadie será una persona completa si no se siente un poco “migrante” en algún momento de la vida. Yo creo que aunque la experiencia sea mala siempre te hace una persona más fuerte. Animo!
Construyendo y destruyendo…todos deberíamos que intentar construir más que destruir, siempre vamos por ahí con los cascos puestos y la vista en el móvil a modo de los parches que llevan los caballos de las carrozas, más nos valdría levantar algo la cabeza y ver que es lo que nos rodea y a quien tenemos cerca.