Hoy me levanté con la melancolía de saber si, después de veinte años de vivir fuera, todavía existirá algún espacio que me pertenezca del país que tuve que dejar allá en el centro de la tierra.
¿A qué viene el cuestionamiento? ¿Por qué me invade esa melancolía de haber perdido mi país? Quizá sea porque este último tiempo he recordado aquellas conversaciones que solía tener con mi gente de Quito. Las cosas de las que hablábamos, las que nos daban risa, lo que nos preocupaba. Esas conversaciones se sentían distintas, reales comparadas a lo que ahora tengo en un mensaje de WhatsApp: letras que no suenan ni ríen, letras que no hablan y menos escuchan.
A pesar de la variedad de plataformas de comunicación que hay en la actualidad, creadas todas para que podamos conectar desde lugares lejanos, para que los vínculos no se rompan, para sentirnos cerca; las conversaciones de hoy se han convertido en frases monótonas, simples, y algunas casi inexistentes. Las conversaciones como las de antes: largas, profundas, sin temor a que termine el tiempo de hablar, ya son solo parte del recuerdo.
Me doy cuenta de la cantidad de años y meses que han pasado desde la última vez que tuve una conversación con esas personas queridas que se quedaron en Ecuador cuando yo emigré, y me pregunto si en algún lugar de esas mentes todavía habrá espacio para mi o para sentir, como hoy me pasa, la melancolía de las conversaciones que tuvimos.
No sé si la sensación con la que desperté sea una pregunta válida o sea tan solo una queja. Lo que sí sé es que hay nostalgia por escuchar esas voces que en algún momento me fueron tan familiares. Nostalgia por hablar de aquellas cosas que antes parecían importantes y que ahora al parecer se han esfumado del ambiente. Un soplo lejano.
Me pregunto por qué no usamos toda esa tecnología para que la distancia sea solo una palabra en el diccionario y no lo que nos define. No quiero pensar que soy olvido para aquellos a quienes yo recuerdo. Quizá por eso me he despertado con la melancolía ¿Será que aún tengo un espacio en esa ciudad? O ¿será que esa geografía, por completo, me ha borrado?
