“Hoy en día no es suficiente una ética de las intenciones porque toda ella es de fines y nada de medios, es sólo un “querer el bien”, y no saber cómo conseguirlo”. De esta manera el catedrático Virgilio Ruiz da inicio a su publicación “La Naturaleza y la política”.
Como todo en la vida conlleva una relación, la ética y la política no son la excepción y en este caso el Derecho llegó también para ser inseparable de ambas ciencias, desgraciadamente pareciere que de la única ética que se conoce hoy en día es la ética de las intenciones tal como lo menciona el citado autor.
Y esto es porque no sólo el derecho es el único responsable de impartir justicia, sino también a la Política le corresponde esta tarea. La justicia en el entendido de todos se conoce como la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo suyo, pero entonces, ¿quién dará a cada quien lo suyo? Nada más y nada menos que la política mediante sus diversos actores será la encargada de reconocer e impartir lo que corresponde, punto de equilibrio que sólo puede lograrse a través de un debate democrático, de vías legales y contractuales.
Aristóteles decía que para hablar de un Estado de derecho, era mejor; “ser gobernados por las mejores leyes que por los mejores hombres, ya que aquellas no están al vaivén de las pasiones como los hombres”. Entonces ¿Será por eso que las fallas en la impartición de justicia son tan constantes?, ¿Tenemos las mejores leyes y no los mejores hombres?, ¿Cuál es el caso de nuestro país?, Será que no ha habido una adecuada compenetración entre la política, el derecho y la ética.
Las deficiencias han sido varias, los políticos no han sabido entender que en el manejo de la naturaleza también debe existir un manejo político, es decir respetando un orden y aprovechando de manera óptima los recursos, y no de manera codiciosa y privilegiada, no viéndola desde un punto de vista provechoso para unos cuantos. En el caso del derecho este ha sido deficiente para operar y mitigar los daños ambientales debido a la falta de especialización de una unidad administrativa ad hoc, constante invasión de competencias en la práctica, y por último la ética factor educacional que ha venido causando estragos en el país desde hace años por dejarla a esta de lado en la vida de nuestro país.
Diversos juristas señalan que hoy se puede hablar de una ecología política, que aun cuando en ciertos periodos de la historia se haya perdido en un culto exagerado de la naturaleza, hoy nos hace conscientes de los límites de la acción humana organizada y técnica. Haciendo énfasis en que debido al papel de conquistador que ha alcanzado el ser humano sobre la naturaleza, obteniendo no sólo los medio para transformarla sino también para destruirla, corresponde a él el encaminar su acción y dirigirla hacia un fin orientada totalmente al progreso .
Entonces infinitas son las preguntas que nos vendrían a la mente si quisiéramos saber ¿Por qué vivimos de esta manera los mexicanos?, ¿Qué falta para lograr una perfecta armonía del hombre con su ambiente?, ¿Dónde está el respeto a las leyes?
A estas interrogantes el catedrático Virgilio Ruiz responde, que es porque falta carácter, falta determinación en las autoridades designadas para la aplicación estricta y rigurosa de las leyes , para atacar este mal, porque están contaminadas por la maga corrupción que permea e el ambiente político ; incluso, complicidad de las mismas autoridades, causa a su vez, de que se concedan privilegios y favoritismos sobre un bien del cual no pueden disponer porque no es suyo sino de todos; incluso, ni propiedad nacional , porque hay reservas o áreas protegidas que no son propiedad del país donde se encuentran, sino que son patrimonio de la humanidad.