Exacto, ¿cuántas veces hemos hablado entre amigas y hemos dicho y oído… a lo mejor ya no le gusto… qué habré hecho? Y releemos las últimas conversaciones de forma compulsiva para encontrar el famoso PUNTO DE INFLEXIÓN.
Pues no amiga, no eres tú, ¡¡es él!! Da igual que fueras modelo de 1.80, rubia, morena, alta, baja o con tres ojos… ¡Es el efecto GLOBO, se inflan (SIN PEDIRSELO) y se desinflan a la mima velocidad oye!
Así que… en vez de preguntarte…”¿que habré hecho?. Pregúntate… ¿y a mi éste porque me gustaba?
Porque a menudo, más de lo que deberíamos, sin duda, nos posicionamos en segundo plano, en el qué quieren los demás (pareja, amigos, jefes, familia…) de nosotros, y nos olvidamos de qué queremos nosotras, y cuando volvamos a respondernos ¿y yo qué quiero? ¿y esto me gusta a MI (si, con mayúsculas)? Ahí, ahí mismo tendremos la respuesta y volveremos a nuestro eje, a tener voz, y poder de decisión…
Así que… SÍ, NO SOY YO, ERES TÚ