El vértigo acelerado entorno al cual gira la vida de nuestros días genera, en ocasiones, problemas de salud mental. Unas circunstancias u otras convierten lo que comienzan siendo unos leves síntomas y signos de lo que puede ser el cansancio emocional, o la agitación excesiva en una patología mental como bien puede ser la depresión, la ansiedad o cualquier enfermedad de la misma índole. Según la Organización Mundial de la Salud, la primera de ellas afecta a más 300 personas en todo el mundo.
“Partir desde la comprensión”
Los efectos en la vida de quienes padecen estos trastornos son innumerables, teniendo en cuenta siempre el tipo de enfermedad que se trate. Así, emociones, pensamientos y conductas se ven alterados debido a la irregularidad producida en la mente del individuo. Pero, ¿cómo ayudar a alguien con un trastorno mental? La realidad que rodea a estas personas puede convertirse en muchas ocasiones en una cuesta arriba. Por ello, es necesario saber cómo lidiar con las circunstancias que se originan a partir de dichos trastornos.
La mejor forma de ayudar a una persona con una enfermedad mental es partir desde la comprensión. Así, la empatía debe de convertirse en los cimientos que sujetan la relación interpersonal, pues solo así se podrá ofrecer una ayuda libre de etiquetas alejada del estigma social que sufren los afectados. Por otro lado, el apoyo del círculo más cercano es un factor clave para afrontar los pequeños problemas del día a día con el fin de sentirse seguros y conseguir vivir una vida libre de angustia e incertidumbre.
“La actividad física, la escritura o la pintura son tareas recomendadas ya que permiten desbloquear impulsos positivos”
Si algún amigo o familiar ha sido diagnosticado de un trastorno psicológico lo mejor que puedes hacer es informarte acerca de la patología en cuestión. De esta manera, no solo conocerás al detalle los síntomas característicos de la enfermedad, sino que podrás ayudar de la forma más adecuada a tu ser querido. Otra de las cuestiones que cabe tener en cuenta es la paciencia. Cada persona reacciona ante los estímulos de manera diferente por lo que es necesario la comprensión, pues solo el tiempo podrá mostrar la eficiencia del tratamiento clínico.
Asimismo, es necesario conocer que en muchas de las ocasiones los sentimientos negativos inundan el universo de la persona afectada. Una buena forma de ofrecer ayuda es a través de la realización de actividades que produzcan un estímulo positivo o distraigan la mente de la persona con el fin de que pueda desconectar así del bucle psicológico en el que se encuentra inmerso. La actividad física, la escritura o la pintura son tareas recomendadas ya que permiten desbloquear impulsos positivos en el día a día del afectado.
“Pequeños gestos pueden dar lugar a grandes cambios en la dialéctica social”
El área de las enfermedades mentales es un de los sectores con mayor estigma de la sociedad. Nuestra labor es informarnos sobre el asunto e intentar romper con las cadenas del miedo y desconocimiento que ponen en el punto de mira a quienes sufren algún tipo de enfermedad mental. Pequeños gestos pueden dar lugar a grandes cambios en la dialéctica social. Es por ello, por lo que es necesario acompañar a familiares y amigos en esa etapa del camino. Solo así lograrán vivir en paz a pesar de habitar en la realidad de su propia mente.