Desde siempre me ha fascinado todo lo relacionado con brujas, sus leyendas y mitos, su historia ancestral. Hemos visto tantos cuentos infantiles y tantas películas relacionadas con las brujas que nuestra percepción sobre ellas ha ido cambiando a través de los años.
Las brujas eran sanadoras, mujeres con gran conocimiento de la naturaleza y utilizaban infinidad de plantas para conseguir curar a las gentes de los pueblos, en un principio fueron las personas más influyentes en los clanes, las veneraban y respetaban, confiaban en ellas.
Durante siglos los reyes las hacían llamar cuando sufrían dolencias, pero la aparición de la medicina las relevó y esto hizo que se escondiesen en cuevas o bosques recónditos por miedo a represalias.
Existen grabados del siglo X, donde aparecen brujas volando sobre escobas, y su descripción siempre coincide en destacar rasgos de ellas como la fealdad, arrugas por la cara, manos huesudas, sucias y andrajosas, rodeadas de sapos y gatos y calderos para sus pócimas.
“La figura de la bruja es femenina, siempre en todas las culturas ya sean jóvenes, viejas o seductoras, todas eran mujeres”
Los brujos en cambio tenían otra connotación, ya que solían ser hombres cultos con conocimientos en medicina y astronomía, muy educados, provenientes de familias influyentes.
Las brujas empezaron a ser perseguidas cuando las religiones empezaron a extenderse, en la Edad Media, comenzaron las cruzadas y la caza de brujas.
En España la palabra BRUJA, se remonta al S.XIII, en los escritos de la época se las describe como mujeres expertas en hechizos con capacidad de alterar la voluntad de los hombres.
En todas las culturas encontramos la figura de la bruja, la curandera de los pueblos y en todas las culturas se las define de forma semejante en cuanto a su aspecto y todos coinciden en cuanto a que son mujeres.
Pueden ser brujas añadas, de tetas caídas y grandes culos, con nariz prominente, vestidas de negro y olor rancio, siempre con su escoba con la que vuelan por las noches para secuestrar niños y hacer pactos con satanás. También hay brujas bellas de largos cabellos negros y ojos grandes y profundos, huelen bien y utilizan su sensualidad para atrapar a los pobres hombres indefensos ante tanta belleza.
Las religiones entran a formar parte de las sociedades del medievo y tanto cristianos como protestantes las empezaron a perseguir y matar, porque eran un peligro para los verdaderos intereses del clero, no solo en España “la santa inquisición” también en toda Europa se les daba caza.
Fue en el siglo XIII, cuando comenzó la sangrienta caza de brujas, esas mujeres que antaño cuidaban de sus vecinos, ahora eran proscritas y todo el que las ayudaba también era considerado hereje, una guerra que continúa en nuestros días.
Las brujas son siempre mujeres y solo por eso ya podían ser consideradas impuras, ellas que habían sido el pilar fundamental de los clanes, ahora eran asesinadas por los mismos a los que habían ayudado y sanado.
En España en el siglo XV, se creó “la santa inquisición” para luchar contra todo tipo de brujería o acto hereje contra la iglesia, se perseguía sin piedad a las mujeres, en un mundo de hombres donde la fuerza y valentía para la lucha les hacía poderosos las brujas podrían ser una mala influencia para el pueblo llano y para sus creencias.
En todo el mundo se las persiguió durante siglos, fue en Europa donde más mujeres asesinaron y donde más años duro la persecución, la religión católica con el Papa al frente era quien dominaba la mayoría de países europeos y los alemanes e ingleses protestantes también se unieron a la matanza indiscriminada de mujeres, niñas y ancianas, por considerarlas brujas.
Las mujeres eran consideradas inferiores en cuanto a su templanza e inteligencia, y era por ello que los eruditos católicos crearon un panfleto en el que instigaban a la gente a denunciar toda práctica de brujería, aquel que las ayudase sería ahorcado y por el contrario a todos los denunciantes se les gratificaría, como es de suponer fuesen brujas o no lo fuesen, si eras mujer y tenías enemigos, estabas en la hoguera.
Primero se las torturaba, eran sometidas a baños fríos, las pinchaban los ojos, las metían en pozos y sobre los cuerpos desnudos de estas mujeres practicaban todo tipo de vejaciones.
La hoguera era la salvación, para ellas por dejar de sufrir torturas, y para los religiosos era un escarmiento con un juicio justo, es decir, si salen vivas del fuego es que Dios todopoderoso las perdona y acoge en su seno, desde luego no hay constancia de que ninguna fuese salvada por Dios, todas terminaban en las llamas del infierno.
“Los juicios donde las condenaban no eran nada ecuánimes, siendo hombres quienes las enjuiciaban y torturaban. Practicando todo tipo de salvajadas, en nombre de Dios”
Hay escritos antiguos de algunos juicios a mujeres donde ellas mismas relataban coger su escoba y volar, esto sin duda era por su conocimiento en plantas tóxicas y curativas, una de estas pócimas las usaban solo mujeres cuando estaban con la menstruación o tenían problemas vaginales. Entonces preparaban un ungüento que frotaban por el palo de la escoba y se lo restregaban por la entrepierna, este ungüento además de quitarles el dolor, les provocaba alucinaciones y de ahí el dicho de “las brujas voladoras”, desde luego no levantaban los pies del suelo, pero ellas mismas al relatar sus experiencias lo definían como haber volado.
Otro de los motivos de la persecución era que estas mujeres tenían el poder de hacer pactos con satanás, cuando se reunían en sus famosos aquelarres, en su mentalidad de hombres puros, los religiosos eran atormentados por las mujeres que con sus pócimas y con sensualidad arrebataban el alma de los hombres y les provocaban un éxtasis de placer, dicho placer era considerado cosa del diablo, y no podían permitirlo.
Las cabras eran otro elemento de las brujas, esto las acercaba más al diablo, según dicta la santa iglesia las ovejas son el rebaño, seguidoras de su pastor, necesitan su palabra, en cambio las cabras son libres no se ciñen a ningún rebaño y son todas descendientes del mismo demonio, creadas en orgías entre brujas y diablos, las cabras son todo lo opuesto a una oveja.
Más adelante en el siglo XIX, ya no se perseguían brujas, pero el acoso constante de los hombres a las mujeres continúo, pasaron de ser brujas quemadas en hogueras a mujeres fatales capaces de arruinar la vida de un hombre con sus conjuros y encantos.
Estas nuevas brujas eran para los hombres unas mujeres débiles de corazón capaces de vender su alma al diablo por conseguir riquezas, sexo y poder. Las mujeres para los hombres son maleables, sencillas de pensamiento y de actos recatados, toda la que estuviese fuera de esta descripción no entraba en los planes de los hombres y sería sacrificada.
Mujeres fuertes y valientes capaces de enfrentarse a todo, mujeres que sus nombres han sido borrados de la historia, pueden ser cientos, miles o millones las brujas muertas en manos de hombres, los mismos hombres que las temen por su condición de mujer luchadora y valerosa de sí misma, con grandes conocimientos y buen corazón que les fue arrancado por ser simplemente mujeres diferentes a los estereotipos de cada época.