Es muy probable que alguna vez hayas oído hablar del movimiento body positive, aunque seguramente no tengas muy claro de dónde sale ni en qué consiste.
Se trata de un movimiento social que lucha por dar visibilidad a la diversidad de cuerpos, empoderando a los no normativos –los no aprobados por la sociedad por diferentes razones, ya sea por sobrepeso, deformaciones, desproporciones…– y descartando la imagen de un cuerpo ideal que todas debemos esforzarnos por conseguir. El movimiento body positive habla de aceptarte tal como eres sin querer cambiarte, habla de restarle importancia a la apariencia física y, sobretodo, de desligar la idea de que solo un cuerpo delgado es un cuerpo sano. Además de que la salud no es solo física, es que ningún estudio puede demostrar esta correlación.
Muchas confunden este término con ser positivas y hacer oídos sordos a los estándares de belleza, pero el body positive va más allá: es la lucha por derribar estos estándares y la reivindicación de los derechos de todas a vivir de manera digna sin ser discriminadas por nuestra apariencia física. Hasta hace no tantos años era impensable encontrar a una modelo con sobrepeso en la portada de cualquier revista –aunque esto se esté utilizando como herramienta de blanqueo de valores de las grandes empresas y no se corresponda con acciones inclusivas en el fondo–, pero aún hoy seguimos luchando por una mayor variedad de tallas en las tiendas de ropa y por visibilizar todo tipo de cuerpos, tanto en los maniquís como en el tipo de modelos utilizadas para las campañas publicitarias y los catálogos de moda.
Cada vez son más las famosas, influencers, youtubers o tiktokers que se suman al #bodypositive, llegando a crear una comunidad propia que se encarga de dar visibilidad y apoyo a este movimiento con publicaciones en las que, a través de sus propias experiencias, dan información y ponen nombre a la discriminación, el acoso y la vergüenza que los cuerpos no normativos sufrimos a lo largo de nuestras vidas.
Así que, si tu cuerpo no es normativo y todo esto está cobrando sentido para ti, no dudes en liberarte de los complejos y la culpabilidad por no tener el “cuerpo deseado” y empieza a construir tu propio camino siendo tú misma y siguiendo tus propias normas, que nadie te las imponga. Como mencionaba, la salud va más allá del estado físico, y con nuestro ejemplo diario demostramos a las nuevas generaciones que los estándares de belleza tenían cabida en el siglo XII, pero que ya es hora de que nos desprendamos de ellos si no aportan nada positivo a nuestra sociedad.
Todas tenemos complejos, independientemente del tipo de cuerpo que tengamos. No dejes de ser tú misma, de vestir como quieres vestir, con la ropa que te gusta y que te hace feliz, no con la que mejor te sienta o la que disimula más aquellas zonas que tanto detestas. Tu cuerpo ha venido para acompañarte todo el tiempo que estés viva, no malgastes tus años en este mundo preocupada por cómo deberías lucir en lugar de por qué tipo de persona quieres ser, qué quieres aportar a esta sociedad y cómo puedes ser feliz, porque todo lo que se salga de ahí será una pérdida de tiempo.
El cuerpo no es más que un envoltorio, lo verdaderamente importante es lo que está dentro, quienes somos, nuestras acciones y actitudes. Solo una necia se fijaría antes en el papel que lo envuelve que en el regalo en sí.
