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Autoamor, la importancia de quererse bien

Fuente: Brooke Cagle/ Unsplash

Lo que en principio fue un confinamiento, al que yo llamé retiro, dejo, está dejando y dejará grandes aprendizajes, a través de los cuales, nos brinda la oportunidad de seguir creciendo.

Entre esas cositas que me ha dejado, quería compartir una que me encantó, y fue la de AUTOAMOR. “Palabro” inexistente a día de hoy, pero que deberíamos reivindicar a la RAE como la manera más completa y auténtica de amor hacia uno mismo, pues la autoestima, bajo mi punto de vista, se queda corta, y más adelante os cuento por qué.

Antes de continuar, incidir de nuevo en la solicitud a la RAE de su inclusión, y más cuando se aceptan palabras como “cederrón” para decir CD-ROM, ¡oh my God! y esto es sólo uno de tantos ejemplos de palabros que la RAE considera.

Volviendo al tema que nos ocupa, en aquellos días de retiro voluntario, o de recreo, al menos así lo viví yo, seguí con mis prácticas habituales de no encender la tele y dedicarme escuchar audios o podcast a cerca de temáticas que, para mí, se han convirtieron en rutina hace años, pero que comprendo que puede sonar a frickie, raro, extraño… o cualquier otro adjetivo similar que se os ocurra.

Esos audios a veces los busco, otras muchas son los que aparecen, y como me guío por las señales, en uno de éstos, apareció una entrevista de Anne Igartiburu a Juan Bueno que me encantó, donde hablaban del “autoamor”, me pareció tan bonito que quería compartirlo.

“Cómo me hablo yo es como me manifiesto, por eso me ha maravillado la palabra AUTOAMOR”

Aunque también podría seguir profundizando a cerca de lo que la sociedad considera normal o no, y cómo eso nos define, nos separa y nos coloca… pero creo que es más interesante profundizar en el “autoamor”, porque igual desde ahí, desde ese “autoamor”,  la sociedad algún día puede unir en vez de separar, y comprender en lugar de juzgar, y porque es desde ahí, desde practicar ese “autoamor”, desde donde podemos autoayudarnos a cambiar la prespectiva, la que tenemos a cerca de nosotros mismos, y la que tenemos a cerca de los demás.

Esta maravillosa “palabra”, digo palabra entre comillas porque como ya dije anteriormente, la RAE no la reconoce, tiene una fuerza brutal. Aparentemente podría ser prima de la autoestima… pero sinceramente después de oír “autoamor”, la autoestima se queda corta, y en todo caso podrían ser familia lejana.

La PNL (Programación Neuro Lingüística) nos pone de manifiesto el poder de la palabra, no solamente de las palabras que decimos, sino de las que no decimos. Porque las palabras crean, y crean todas, las que decimos y las que pensamos, todas. Y no sólo crean para los demás, crean también para nosotros mismos. Cómo me hablo yo es como me manifiesto, por eso me ha maravillado la palabra AUTOAMOR.

Autoestima, es estimarse uno mismo, y la pregunta es, a las personas que realmente amas: pareja, familia, amigos ¿la estimas o la quieres?… A nuestros seres queridos no los estimamos, los queremos. Entonces, ¿qué tal si nos amamos en vez de estimarnos?

Esta gran diferencia entre amar y estimar, la deja clara la RAE. Cuando miras la definición de ambas, lo menos que puedes hacer es alucinar.

La primera definición que la RAE da acerca del AMOR es “sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.”

Con esta definición tendríamos ya para hablar un rato, porque la propia RAE nos hace insuficientes… y teniendo en cuenta que estamos programados a través de nuestro lenguaje… pues ahí queda eso…

Vamos ahora a la definición de ESTIMAR, que viene a ser según la RAE, “calcular o determinar el valor de algo, atribuir valor a algo, sentir afecto o aprecio hacia alguien.”

Eso es para todo lo que da estimar, y resulta que la mejor palabra que existe para querernos a nosotros mismos es autoestima, o sea, tenernos afecto o aprecio a nosotros mismos es todo lo que podemos hacer.

Si quieres dar algo, tienes que tenerlo primero… y esto funciona igual, si me estimo ¿cómo te puedo amar?

La estimación puede ser de cualquier cosa, del tiempo que necesitas para hacer algo, del cumplimiento de un plan, de la duración de un evento… de cualquier cosa que, aparentemente no es lo suficientemente importante como para amarla… por lo que conseguir quererte tú, y quererte bien a través de una “estimación” parece no ser muy sencillo.

Las palabras son poderosas, lo que nos decimos a nosotros mismos tiene mucha fuerza, y que nuestro propio lenguaje nos limite, sólo hace más difícil ese trabajo de quererse uno mismo, y de saberse valioso y digno. 

Por eso me sumo a la idea de Luis Bueno a cerca de la palabra “autoamor”, debería reconocerla la RAE, porque nos ayudaría en ese trabajo lingüístico-neuronal de querernos más y mejor. Ya que cuando esto sucede, es cuando podemos dejar de “estimar” si lo que hacen los demás es normal o no, podemos dejar de juzgar y comenzar a entender, comprender, aceptar y amar.

Esto es simplemente una pequeña reflexión para todas aquellas personas que consideren la importancia de quererse bien, porque desde un amor sano y humilde por uno mismo, es desde donde puede nacer un amor por los demás sincero, auténtico y con firmeza.

Y por supuesto, es también una clara llamada a la RAE, a que nos ayude con la mejora de nuestra lingüística y ”nos quiera un poco más”, que si cederrón existe, cualquier cosa tiene cabida.

Elena Pérez

Trabaja para una multinacional y escribe de moda en su blog y para nosotros.

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