Klaus cumple hoy 11 años. Mi fiel panterita , elegante, suspicaz y con esa mirada que entiende más de lo que parece . Él me ha visto crecer y cambiar, lo ha hecho él también conmigo .Es un vínculo que sé que no todo el mundo entiende .
Klaus no solo vive en mi casa. Vive en mi rutina, en mis silencios y en esa parte de mí que no todo el mundo conoce. Cuando estoy triste, no hace falta decir nada. Se acerca sigilosamente , me toca con la patita, aprieta sus garritas y después se duerme en mi tripa, como si ese fuera su lugar en el mundo, como si mi respiración también lo calmase .Me ha elegido tantas veces como yo lo he elegido a él.Como un refugio, un pequeño ser peludo que me sostiene incluso cuando la vida se pone difícil.
Me ha enseñado que el cariño no necesita exagerarse .Que a veces querer es estar en silencio, compartir una siesta , dejar que la vida pase sin urgencia. Que un ronroneo puede ser un abrazo y que la compañía sincera no exige nada, solo existe.
Once años a su lado me han cambiado. Me han hecho más sensible si cabe .Y si alguien duda del tipo de amor que puede dar un gato, ojalá algún día viva algo así.
Te amo mi bebé