Con el paso del tiempo si algo he aprendido es que no hay situaciones idílicas en esta vida, profunda tristeza causa darse cuenta que “la era de la modernidad nos ha engañado a todos”, vivimos absortos en las redes sociales creyendo que lo que “tal” o “cual” individuo nos presentan en una pantalla es la fiel representación de la verdad.
Tontamente estamos todos inmersos en el rodaje de nuestra vida, todos quieren proyectar la mejor película, deseamos que todo mundo vea que llevamos una vida de ensueño, donde todo es colorido, todo es de calidad, la era de la modernidad llegó, nos olvidamos ya de películas en blanco y negro.
Buscar a diario la aprobación de un público espectador debe ser agotador, la modernidad es tan absurda que ya hemos hecho de esto un modo de vida e incluso toda una carrera, como si fuera digno de preparación y admiración, ¿Dónde quedan los doctores?, ¿enfermeras?, ¿artesanos?, ¿epidemiólogos? , ¿Ingenieros? , ¿Químicos?
Vivimos tan desorientados que ya es posible comprar en todos lados “la felicidad”, nos afecta la concepción moderna tan mezclada de tecnología-productividad-éxito-redessociales-seguidores-estetica, en fin mezcla homogénea cuyo consecuencia directa lo único que consigue es la confusión de nuestras mentes.
De pronto olvidamos educar con el buen ejemplo, invertir tiempo en los hijos, ver al ser amado a los ojos o simplemente observar la cascada que cae al rio, mientras busco el ángulo perfecto para IG no vi el ave que voló y era única e su especie.
Entonces, ¿los que no tienen redes sociales son los más felices?, o ¿los que las usan mesuradamente viven en equilibrio? , no existe imperativo categórico en la vida, ¿Se puede sobrevivir en la modernidad sin redes sociales?
La respuesta sería, vamos a evitar el abuso de ellas, como todo en esta vida se tiene una línea que una vez cruzada genera una distorsión de todo tema en cuestión, y en este caso yo creo que deberíamos tener en claro que las redes sociales no son el pasaporte automático a la felicidad, vámonos viendo más a la cara, vamos viviendo más el momento en vez de estar absortos en la pantalla, vamos sintiendo, y por favor sobre todo dejemos de hacer importante a la gente tonta.
Vamos poniendo de moda la inteligencia en vez de la fama. Y verán de pronto como todo fluye, todo se compone, más que aquello que reflejas o proyectas, sé la verdadera consciencia detrás de un cuerpo.