Una cita conmigo misma

Amo los viernes y más cuando el plan es conmigo, amo los viernes porque después de una ardua semana de trabajo y unos meses interminables de cambios inesperados, pero obviamente esperados con el alma, puedo estar a solas, amo haber planeado una cita sin acompañantes, ahora el momento tiene sentido, la música de fondo, justo ahora suena Middy Tini, sentada en un café, en algún lugar del centro de la ciudad, amo cada detalle que lo compone, amo mi cómodo outfit que cubre mi cuerpo, del frío viento que hace hoy, básico, sencillo, neutro, silencioso, pero elegante. 

Amo mi sonrisa justo ahora mientras escribo, amo la mesa en la que estoy sentada, que se define por unas tablas de madera vieja, con unas cuantas capas de barniz, amo el momento sencillo y apapachador, sinceramente no tengo el mejor café su sabor no es tan bueno, pero es justo donde quiero estar y es justo lo que quiero estar tomando, no podría estar en alguna otra parte, porque seguro no tendría sentido. 

Amo la sensación de ideas que llegan cada vez que las teclas tocan mis dedos “pero que extraordinario”…

Amo que la idea de tomar café fuera de casa me trajera aquí, al ahora, dándole un significado especial a mi presente, logrando poner en orden está inquieta y alocada mente, que sin cesar le gusta pensar y cuestionarlo todo. Justo ahora pienso ¿Que sería sin tantas preguntas? ¿Dónde estaría justo ahora?… 

No existe otro momento justo ahora, no existen otras personas, existo yo, con todas aquellas cualidades y defectos que me componen, existo yo con una taza de café en mano caliente, no deliciosa pero caliente, solo es el momento y a pesar de que no todo es excelente lo estoy disfrutando, porque sin importar que se que al final del día lo habré logrado, al final del día estaré orgullosa de quién soy. 

Quizá tenga otros momentos para cuestionar, para hacer preguntas que generen respuesta, y respuestas que generen más preguntas, pero solo sé que hoy eso no sucederá…. Sorprendentemente solo estoy aquí. 

Tomaré un último sorbo de café, lo disfrutaré como nunca, pagaré mi cuenta, seré amable y sonreiré, porque fue un buen día, me dirigiré hacia la puerta y daré una corta caminata contemplando el anochecer.