Margarita fue una vez al psicólogo, de su sesión no salió muy convencida, ya que le pidieron que regrese para una siguiente cita, de eso, ya pasaron 10 años, ella nunca regresó.
Margarita es una mujer de estatura baja, de piel blanca, ojos hundidos. Las características físicas no son suficientes para conocer lo que realmente se siente por dentro. Margarita siente que lo mejor que le puede suceder, es morirse. Lo dice muy atenta a la novela que ve cada tarde en su viejo televisor. Las palabras que dice alarman a sus hijos, que intentan distraerla, pero de lo que es conocida Margarita, es por su temperamento fuerte, si ella no está de humor, no se hace nada.
“No entiendo porque Dios no me lleva”
Cuando entras a su cuarto, no hay más que imágenes de santos, incluso tiene un rincón destinado para dos santitos a quienes les pone velas y reza antes de dormir. Ella no considera necesario ir a un psicólogo, como hace tiempo lo hizo, pero siente un sinsentido en su vida que la persigue desde hace años.
Cuando me cuenta de su infancia, lo hace sin ningún quebranto de voz. Recuerda se levantaba muy temprano para conseguir leña y hacer la comida para sus seis hermanos, ella tenía apenas siete años y era la mayor de todos. Estamos hablando de 1959 más o menos, las cosas en ese tiempo eran muy distintas, y más si vivías en el campo.
Margarita aún puede caminar bien, siente los “achaques” de su edad, pero lo que siente más, es las ganas de no vivir. “No entiendo porque Dios no me lleva” suelta esas frases sin ningún reparo, como si lo que dijera fuera un “gracias”.
Vivir hasta mayor es un riesgo, y uno doble si sufres de depresión.
Lizbeth Párraga, psicóloga clínica y especialista en Orientación Familiar e Integrar, explica que la depresión es un trastorno del estado de ánimo, que se manifiesta con síntomas de tristeza, ira, frustración, baja autoestima, problemas para dormir, entre otros, y esto afecta a la vida diaria.
La depresión en adultos mayores tiene los mismos síntomas que en el resto de personas, pero, en la tercera edad cargas con riesgos patológicos como la demencia. También, existe la posibilidad de que la depresión en adultos mayores, sea provocada cuando se toma algún tipo de medicamentos que se usa para contrarrestar alguna enfermedad. Otro factor importante, cuenta Lisbeth, es que se asume que cuando se llega a la tercera edad es normal estar triste o deprimido, cosa que es falsa.
Acudir a un profesional, es el primer paso que deben decidir tomar para ser guiados de la mejor forma, no todos pueden entender lo importante que es, por razones educativas o de ideas equivocadas que se forman a lo largo de la vida, ya que muchos asumen que ir donde un psicólogo es para personas locas, esto lo cree Margarita, por lo que ir a una consulta de este tipo, no es su prioridad.
“15% de los adultos de 60 años o mayores sufren algún trastorno mental”
De esto también nos habla Lisbeth, y cuenta que la ayuda a veces no es bien vista, lamentablemente es un factor por el cual, el paciente no acude a un profesional, pero, explica que se puede ayudar de otras formas, como, por ejemplo: mejorar sus horas de descanso, una buena alimentación, realizar algún tipo ejercicio y sobre todo cuidar el ambiente familiar. Esto es una tarea que implicaría que familiares cercanos ayuden a que la persona se encuentre bien.
Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), aproximadamente un 15% de los adultos de 60 años o mayores sufren algún trastorno mental. Esto es alrededor de 2.200 millones de personas. Así mismo más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural.
Mientras tanto, Margarita estará en su rutina, sentada en su cuarto viendo televisión, comer, darse una ducha y rezarles a sus santos, hasta el día en que le llegue su hora.