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9 consejos para seguir durante un aborto de primer trimestre

Antes de nada: un sangrado en el 1 trimestre puede no implicar un aborto. 1/4 mujeres aproximadamente sangrarán en cantidades pequeñas sin que implique nada para el desarrollo del embarazo.

Si ya te han confirmado que el embarazo no es evolutivo:

1 .- Si no tienes alergias, puedes tomar analgesia tipo ibuprofeno/paracetamol (alternando; para la mayoría será suficiente con alternar ibuprofeno de 400 mg y paracetamol de 650 mg cada 4 horas). Puedes hacerlo desde los primeros dolores, no esperes a estar fastidiadísima porque te hará menos efecto.

2.- El calor es tu aliado: bolsa de semillas, manta eléctrica, o ducha de agua caliente en el bajo vientre.

3.- Vigila la cantidad de sangrado: un sangrado como una regla o ligeramente mayor es normal. Si pasa de ahí es conveniente que te vean en urgencias ginecológicas. Si te cambias la compresa cada menos de una hora, probablemente necesites asistencia.

4.- Vigila tu temperatura corporal: si se eleva por encima de 37,5 grados acude a urgencias.

5.- Come y bebe con normalidad siempre que no aparezcan signos de alerta.

6.- Intenta descansar.

7.- Compártelo con personas cercanas si lo necesitas. Al menos 1/4 mujeres ha tenido un aborto, por lo que puede que te ayude sentirte comprendida.

8.- Es conveniente realizar una ecografía post-aborto para confirmar que no han quedado restos dentro del útero.

9.- Si no eres capaz de controlar el dolor en casa, en urgencias podrán administrarte fármacos más potentes.

Extra tips:

Estando todo bien, no es necesario acelerar el proceso con fármacos durante las primeras dos semanas si no lo deseas; pero pasado este tiempo puede ser conveniente para reducir el riesgo de infección y hemorragia. En cualquier caso, el manejo médico o quirúrgico se asocia a menos complicaciones graves.

A algunas mujeres les puede ayudar a gestionar el duelo guardar los restos y usarlos como abono de una planta que sea la “planta” del bebé.

La inmensa mayoría de abortos de 1T se deben a que la dotación cromosómica no era la adecuada, y es muy improbable que se haya producido por algo que tu hayas hecho.

Es decir: no es tu culpa.

Lidia Lestegás

Matrona y enfermera. Máster en Nutrición. Salud femenina.

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