El estrés, los agobios del día a día, el trabajo, las clases, la rutina lleva a que no podamos sacar tiempo para una misma. En la vida hay que saber encontrar el equilibrio, solo así seremos capaces de afrontar las cicatrices del pasado y las heridas del futuro de la mejor manera. Pero la rutina de autocuidado es más que eso.
Es el autocuidado, el dedicarse un momento al día a una misma en el que el resto del mundo y responsabilidades pasen a un segundo plano. ¿Quieres aprender cómo dedicarte un ratito al día a ti misma? Sigue leyendo para saber qué puedes hacer para cuidarte y conectar con el momento presente.
1. Haz ejercicio
Sé que un primer momento esto es lo último que pensarías cuando se te viene a la cabeza rutina de self care o “relajarte”, pero los beneficios de mover tu cuerpo son enormes. Para empezar puedes probar con unos simples estiramientos o salir a dar un paseo alrededor de tu casa. Cuando te sientas más preparada, puedes probar diferentes deportes hasta que encuentres el tuyo. Yoga, pilates, surf, boxeo, futbol. Las opciones son infinitas.
2. Medita
Aunque parezca una práctica destinada a los amantes del mundo yoggie, la meditación es un ejercicio que puede favorecer tu relajación y conexión con el aquí y el ahora. Desde la experiencia, te aconsejo meditaciones guiadas de mindfulness. Además, si padeces ansiedad este es un hábito que deberías incluir en tu rutina diaria para combatir el descontrol en tu sistema de lucha huida. Pruébalo.
3. Journaling
¿Has probado a escribir tus pensamientos? Más allá de los habituales ejercicios de agradecer por lo que tenemos (que también son beneficiosos) te recomiendo plasmar sobre el papel todas las inquietudes que se te pasen por la cabeza. Esta es una manera no solo de expulsarlas de tu mente, sino de también cambiarlas de lugar, pues, pasan de estar en el plano mental al plano físico, el papel.
4. Sé creativa
Haz que tu imaginación vuele y déjate sorprender por lo que puedes crear. Pinta, toca el piano, la guitarra, el ukelele, etc. Da rienda suelta a tu parte más infantil y deja que juegue sobre un lienzo o con un instrumento musical. No lo hagas con ningún fin en absoluto, el único propósito es pasarlo bien.
5. Cuida de ti misma
Ponte esa mascarilla fácil que llevas tiempo aplazando, hazte la manicura, hidrata tu pelo. Es cierto que lo más importante es cuidar nuestro interior cuando a self care se refiere pero, muchas veces, cuando estamos pasando por una mala racha, lo que más descuidamos es nuestro exterior y dejamos de darnos esos mimos que tan bien nos hacen. Mímate y quiérete, nadie puede hacerlo mejor que tú misma.
6. Esencia de lavanda para relajar el ambiente
¿Ha sido un día ajetreado y no tienes tiempo para darte un cariño como te mereces? Ponte esencia de lavanda en tu difusor y deja que tu cuerpo y mente se relajen y descansen. Este es, sin duda, un must para hacer frente al estrés del día a día.
Y tú, ¿qué hábito de self care usas para desconectar de la rutina? Déjamelo en los comentarios, estaré encantada de conocer nuevas prácticas que puedan mejorar el bienestar de nuestro cuerpo y mente.