Empezaré a amarme de nuevo, miraré ese cuerpo, admiraré mi alma, besaré unos labios donde comprobaré cada sutil palabra, acariciaré unos pómulos que necesitan de caricias suaves, recorreré mi pelo y entrelazaré los dedos llegando al cuello, donde deslizaré una lengua calmada ansiada de alma. Me hablaré y me diré todo lo que merezco, imploraré la perfección , me aislaré de la depresión.
Y ahora toco mi cuerpo, perfecta obra divina donde la natural asoma sin más, donde mantiene su esencia cada día. Curvas que enamoran, líneas que estilizan, deseo de muchos, propiedad de uno. Abriré mis piernas y sentiré la vida, la expresión y el deseo vivo. Y ahí te llamaré, te invocaré, te pensaré, pero déjame que lo haga después, necesito amarme, sentirme e identificarme. Espérame, no marcharé, tan solo quiero llegar a ser, esa diosa que se rindió a ti esa vez.