En nuestras sociedades, la libertad de expresión se ha convertido en muchas ocasiones en un arma de doble filo y ha sido utilizada por muchas personas para herir y atacar las sensibilidades de otras respecto a muchos asuntos de componente actual. Y sobre todo hago referencia a la libertad de expresión en el mundo actual tecnológico, en concreto, en las redes sociales.
La libertad de expresión es fundamental, en eso estamos todos de acuerdo, es un derecho fundamental esencial en nuestra educación y para poder desarrollarnos como personas y por ello está consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esta libertad de expresión es el derecho que tenemos a comunicarnos y expresarnos libremente y es fundamental para vivir en una sociedad justa y abierta y para poder acceder a la justicia y disfrutar de los derechos humanos.
Esta libertad de expresión, en mi opinión, ha sido utilizada por muchas personas y colectivos para incitar el odio y la violencia respecto a muchos asuntos y vulnerar los derechos y la dignidad de otras personas. ¿Parece contradictorio no?, resulta que estamos hablando de un término que alude al disfrute de los derechos humanos y que a la vez se utiliza como arma de doble filo para incitar el odio y la violencia.
No paro de ver día tras día como ciertas personas y colectivos utilizan Internet y las redes sociales como un canal de difusión e incitación al odio y la violencia. Temas actuales como el de Palestina, el de Torre Pacheco, incluso en términos más generales hablo ya de la inmigración, o de otros asuntos también de los cuales todos somos conocedores, me han llevado a escribir estas líneas, para decir basta ya de incitar el racismo en redes, basta ya de generar odio en nuestras sociedades, basta de generalizar, basta de globalizar situaciones. Uno no son todos, ni todos son uno.
En Palestina, ¿todos son terroristas?, en Torre Pacheco ¿todos los extranjeros han agredido a un anciano?, ¿todos los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo? Para algunos parece que no se trabaja por culpa de los inmigrantes, incluso no se folla por culpa del feminismo. Cuando se deje de vulnerar todo tipo de derechos tanto en la sociedad como en redes tendremos una libertad de expresión real. Lo que no puede ser es que se utilice esta libertad de expresión como arma de doble filo.
La gente debería tener más responsabilidad y saber que estos canales de difusión son utilizados por públicos de todas las edades. Y aquí ya entro en los límites a la libertad de expresión. Realmente no debería de existir ningún límite en absolutamente nada, pero como nuestra sociedad se ha convertido
en esto por desgracia nos tienen que regular todo. Lo que debería existir es más empatía así nadie nos tendría que decir lo que se puede o no hacer. Desgraciadamente cada vez estamos más controlados en todos los aspectos, pero si no lo estuviésemos creo que sería esto la ley de la jungla.