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Un mundo dañado, donde aumenta el ruido necesita: “Bajar el volumen”

Bajar el volumen

Entender el cerebro es complicado, hoy en día la ciencia conoce y maneja a la perfección el cuerpo humano siendo su asignatura pendiente el cerebro, ya que de este nos queda mucho aún por conocer.  Y es que nuestro servidor central en ocasiones puede manejarnos a su antojo, va por libre y aunque no nos lo creamos él, es el jefe, el que gobierna nuestra vida y por tanto cuando falla termina provocándonos enfermedades mentales.

Te has parado a pensar si eres tú quien manda a tu cerebro o por el contrario es él quien te envía las ordenes y tu obedeces sin más. La tarea es ardua y a veces dolorosa.

Cuando tenemos una enfermedad mental se piensa que es debido al entorno: problemas, stress, pérdidas, etc. No nos paramos a pensar que, igual que cualquier otro órgano del cuerpo enferma, el cerebro también, por tanto, las enfermedades mentales no se pueden atribuir a algo externo, sino a nuestro cerebro.

Porque nuestro cerebro enferma debido a como nos influye lo que haya ocurrido y sobre todo como nosotros nos enfrentamos a ello. Ya que un cerebro sano es aquel capaz de adaptarse a las circunstancias y poseer la capacidad de sobreponerse a ellas y además motivarse a continuar. La solución a las enfermedades mentales reside en entender el cerebro y en esto todavía nos queda mucho que aprender.

Bien es cierto que en los últimos años es difícil que la mente no enferme, ya que recibimos constantemente noticias dolorosas y cuando alimentamos la mente con emociones y pensamientos negativos esa oscura energía que le aportamos se convierte en un dañino ruido mental. Un nocivo ruido para nuestro bienestar. Un ruido que nos ha llegado en forma de pandemia, el ruido de las catástrofes naturales: inundaciones, volcanes, incendios, el terrible ruido de los hombres que matan a mujeres, el fuerte ruido de padres o madrastras que acaban con la vida de unos angelitos, el ruido del odio de quien mata a golpes a una persona por sus preferencias sexuales, el ruido de los gritos de la desesperación de quien cruza un mar en busca de oportunidad, el ruido espantoso de jóvenes que acaban con su vida porque no creen en el futuro y sobre todo porque no tienen un presente. Es ese ruido el que atormenta mi mente provocando la inquietud en mi corazón de escribir un libro.

Un mundo dañado, donde aumenta el ruido necesita calma, necesita: “Bajar el volumen” Entender la vida como un camino no como un fin, alcanzar ese lugar que anhelamos, donde hallar nuestra propia felicidad. Abrazar la vida con fuerza y disfrutarla al máximo, para ello como el ruido no puede desaparecer le bajamos el volumen.

Esa es la matriz de mi libro, bajar el volumen al incómodo ruido. En él no vas a encontrar la receta, ni los pasos para curar tu cerebro, porque no existe un método exacto. En “Bajar el volumen” encontrarás palabras, frases, poemas y relatos donde tu mente extraiga la reflexión que en ese momento necesites. Mi intención es encenderte la luz, pero el paisaje tienes que verlo tú.

¡Venga empieza a Bajar el volumen!

Cosas de mi morena

Informática y diseñadora web. Una bloguera loca por las librerías, la música y viajar.

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