En un contexto donde alzar la voz sigue siendo un desafío para muchas mujeres, la reciente denuncia de la actriz y presentadora Elisa Mouliaá contra el político Íñigo Errejón ha sacudido a la opinión pública y nos recuerda que todavía es urgente ofrecer un espacio seguro y libre de presiones para que las mujeres puedan exponer sus vivencias de abuso y acoso. Por eso el trabajo de Cristina Fallarás está siendo tan importante.
Desde BikiniBurka, queremos enviar un mensaje claro y contundente: somos una plataforma donde las mujeres pueden compartir sus experiencias de abuso, acoso o violencia sin temor a ser juzgadas, silenciadas o presionadas. Nos enorgullece ser un medio independiente, sin ataduras a patrocinadores, subvenciones o intereses políticos, lo que nos permite escuchar y amplificar las voces femeninas de forma genuina y comprometida.
Todas hemos escuchado “hay una lista de hombres que cuando salga temblará España” pero no termina de salir esa lista que cada día tiene más nombres, muchas estamos escuchando “están comprando a los medios para callarnos” pues BikiniBurka no tiene precio.
La valentía de Mouliaá al poner nombre y rostro a su denuncia, arriesgándose a la exposición pública y enfrentando potenciales críticas, demuestra lo difícil que sigue siendo hablar abiertamente en una sociedad que, a menudo, busca desacreditar o cuestionar a las víctimas. Su caso nos impulsa a reiterar nuestra misión: BikiniBurka no solo es un espacio de denuncia; es un lugar donde cada mujer puede encontrar respaldo, empatía y respeto. Tenemos decenas de casos publicados como la denuncia de Sofia Squittieri al abuso de su abuelo cuando ella tenía 8 años, la de Gisel Dinamarca a los malos tratos de su expareja o Laura Lis cuando un hombre la acosó sexualmente en el autobús.
Nuestro slogan es ESCRIBIR, SANAR E INSPIRAR, quizás tengamos que añadir Y DENUNCIAR. No somos nosotras las que tenemos que pasar miedo ni vergüenza, tienen que ser todos ellos por lo que han hecho. Como dice Lucía Lijtmaer “Hablamos entre nosotras y tenemos un disco que duro que flipas con toda esa información”, nos gustaría comenzar a ver a hombres reconociendo de forma pública sus errores y pidiendo disculpas.
Sabemos que denunciar no es fácil y que muchas mujeres enfrentan barreras emocionales y sociales que les impiden hablar. Por eso, invitamos a todas aquellas mujeres que se sientan listas para contar sus historias a que lo hagan con nosotras. Aquí encontrarán un equipo de redactoras dispuestas a escuchar y publicar sus experiencias con el rigor y la sensibilidad que merecen. La denuncia de una mujer no solo es un acto de valentía personal, sino también una contribución a una causa mayor: visibilizar y erradicar el acoso y la violencia de género. Cada historia contada es una prueba de que, cuando una mujer se atreve a hablar, inspira a otras a hacer lo mismo. En BikiniBurka, seguimos firmes en nuestro compromiso de ser una plataforma donde cada voz importa y cada denuncia es respetada.