Todos los años nos proponemos los mismos objetivos: empezar a hacer ejercicio, comer mejor, empezar a meditar, tomarnos más en serio nuestro bienestar personal, y un largo etcétera. Durante el mes de enero los cumplimos, pero ¿durante el resto del año?
“Hacer un pequeño hueco a esos propósitos que cada comienzo de año escribimos no es tan complicado como parece”
Muchas veces ponemos de excusa el hecho de tener una rutina diaria ya existente que no nos permite compaginarla con actividades extra. Sin embargo, hacer un pequeño hueco a esos propósitos que cada comienzo de año escribimos no es tan complicado como parece. Por ejemplo, podemos sustituir el tiempo que consumimos viendo algo en la televisión o en plataformas de streaming por una sesión de gimnasio en las cuales, cabe añadir, también podemos disfrutar de una serie mientras ejercitamos nuestro cuerpo.
Algunos de los propósitos que, a pesar de estar de moda, deberíamos cumplir este comienzo de década son:
- Hacer ejercicio. Ya sea apuntarse a un gimnasio o continuar ejercitándonos como hemos hecho durante el año anterior. Algo llamativo de este objetivo anual es la motivación con la que se empieza y la facilidad con la que se abandona pasados tres meses. Ejercitar nuestro cuerpo no tiene más que beneficios para nuestra salud física y mental, pero no nos lo tomamos como una prioridad. Por ello, más que proponernos empezarlo, debemos proponernos no dejarlo y ser constantes y disciplinarias respecto a esta meta.
- Comer sano. Esta es una de las bases complementarias de hacer ejercicio y, en definitiva, de llevar un estilo de vida saludable. Como quienes se lo proponen, yo también he jurado comer mejor para mejorar mi salud física y, al cabo de un mes, caer de nuevo en el mundo de los ultraprocesados. Al igual que hacer ejercicio, comer productos sanos y ricos en nutrientes debería ser una prioridad para nosotras. No es necesario seguir una dieta, sino crear un nuevo estilo de vida beneficioso para nuestra salud.
- Aprender a hacer algo nuevo relacionado con nuestra vida profesional. Si tenemos como objetivo un ascenso o cambiar de trabajo en los próximos meses, aprender una nueva herramienta que nos ayude a mejorar nuestro rendimiento e incluso que nos abra puertas a otros puestos en los que podemos estar interesadas es una decisión inteligente y con perspectivas de futuro. Para ello, es necesario tener claro qué queremos aprender y de qué herramientas disponemos para poder hacerlo.
- Ahorrar dinero. Sé que este propósito suena bastante complicado, pero con las ganas y herramientas necesarias es posible de cumplir. Recortar en comidas fuera de casa, así como en comprar ropa nueva cada mes, nos ayudará a ahorrar mucho más dinero del que creemos. Durante el año 2018, de acuerdo con un informe de EAE Business School, cada español gastó 429 euros de media en comprar ropa y, si sumamos el gasto en calzado, la cifra asciende a 565 euros. Reducir el consumo de estas prendas es posible si su compra no es de vital necesidad, y de paso ayudamos a disminuir la huella contaminante que dejan dichos productos en nuestro planeta.
- Combatir el cambio climático. Este objetivo suena bastante imposible, pero con nuestro granito de arena seremos capaces, desde casa, de reducir nuestro consumo de plástico y residuos contaminantes. Cada vez son más los productos que se producen con ingredientes menos perjudiciales para el planeta y afortunadamente están al alcance de nuestras manos. A día de hoy, disponemos de tiendas a granel tanto físicas como online que promueven la compra responsable y libre de plástico, así como también disponemos de alternativas de metal o papel para los plásticos de un solo uso.
Y tú, ¿ya tienes claro qué te vas a proponer?