Mamá traspasa puentes de añoranza,
va perdiendo las sílabas de a poco,
yo quiero adivinar y me equivoco…
el miedo ya no anida en su balanza.
Avanza con puntadas firmes, nuevas,
sin rastros de temor o de pasado,
le sube el dobladillo a lo callado
y narra… valentías y odiseas.