A dónde irán… Las lágrimas que no lloramos, no por falta de sensibilidad, sino por el atropello emocional de querer contenerlas a fin de no mostrarnos débiles, vulnerables, o por no querer contagiar a otros la tristeza que de por sí, ya desborda por la piel. A dónde irán…Esos sueños que se quedaron atrapados en…
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