Se acerca la noche y me asomo a la ventana. Ante mis ojos, la luna llena despierta mis recuerdos y mis sentidos, y un escalofrío recorre mi piel que con ansia reclama tus caricias. No estás aquí, y aún así me dispongo al ritual como cada día, esperándote. Frente al espejo, desnuda, acaricio cada centímetro…
Redactoras























































































































































































































































