Querido imbécil probablemente no me recordarás: soy yo, la mujer que la noche del domingo pasado que paseaba a sus dos perros vestida con un chaquetón rojo; aquella que podía tener la edad de tu madre, aunque tú no repararas en ello. La misma que, sin pretenderlo, al pasar a vuestro lado provocó que tus amigos…
Redactoras























































































































































































































































