fbpx

Nerfeadas: Mujeres en la Industria del Videojuego

Fuente: Panda Security

La industria del videojuego se ha descrito en los últimos años como una de las más prolíficas incluso en periodos de recesión [1]. Su ubicuidad, la posibilidad de teletrabajo y la diversa gama de perfiles profesionales que abarca en su actividad, hace que vuelva a posicionarse fuerte ante la inquietante situación económica que se avecina [2] [3]. No obstante, cuenta también con unas de las características más comunes entre los sectores: es otro escenario más de precariedad para la mujer en el mundo laboral. 

¿Cuál es la situación de la mujer en la industria del videojuego en España?

En 2018 una de las mayores empresas de la industria, RIOT Games, palidecía antes los medios: en pleno auge del movimiento #MeToo y tras el gran escándalo del Comité Olímpico de los Estados Unidos por el juicio contra Larry Nassar -juzgado a 175 años de prisión por abuso sexual a decenas de gimnastas estadounidenses- la productora de League of Legends fue acusada de acoso laboral por dos de sus empleadas. La revista Kotaku investigó y denunció el caso en su web, caso que poco después RIOT ‘solucionó’ con una indemnización de 10 millones de dólares entre sus empleadas. Una solución (para ellos) rápida y limpia que se ajustaba al momento histórico. 

Lejos de Los Ángeles y la gigantesca RIOT Games, ¿cuál es la situación de la mujer en la industria del videojuego en España? La periodista Marina Amores ha creado junto a Marta Trivi y un buen número de profesionales el documental Nerfeadas, un conjunto de 10 episodios publicados en YouTube donde nos dan a conocer qué conlleva trabajar en la industria del videojuego en nuestro país siendo mujer. 

El propio título de la serie conecta la jerga del mundo de los videojuegos con la situación que describen: ‘nerfear’ es el préstamo lingüístico del término anglosajón ‘to nerf’ (reducir la efectividad de las habilidades y/o características de un personaje, arma, ítem, etc. para lograr un mejor equilibrio en las mecánicas de juego). Las profesionales de esta industria se sienten así, nerfeadas, sienten que sus cualidades han sido rebajadas, su calidad como miembros de la comunidad devaluada, sus habilidades infravaloradas. En definitiva, se las relega a una posición de desventaja por el hecho de ser mujeres.

“La desigual remuneración en los puestos de trabajo es uno de los obstáculos a batir en el camino hacia la verdadera igualdad”

En el primer capítulo de la entrega y a través del testimonio de varias trabajadoras del sector comenzamos a conocer las múltiples fases y obstáculos que han de superar para llegar al castillo: se habla de acoso, de la ‘bro culture’ (cultura de fraternidad masculina) que inunda algunas empresas españolas o los comportamientos sutiles que las denigran como personas y profesionales. Todo esto y más, en algunos casos, hace que ellas abandonen el sector por otro menos masculinizado. 

“Si denuncias, no vuelves a trabajar”, afirma una de las entrevistadas. Presentan, cada una de ellas, un abanico de experiencias que colorean la gama completa de comportamientos falócratas: desde comentarios sobre su aspecto físico o cómo visten hasta las constantes sesiones de mansplaining. El flagrante machismo dentro de algunas de estas empresas viene dado, en buena parte, por una educación que poco o nada enseña a las niñas y jóvenes sobre diversidad de carreras profesionales, comentan. Y es que en una sociedad donde no se visibiliza a las tantísimas mujeres que programan, desarrollan, ilustran, traducen (y demás funciones) videojuegos, ¿qué rol pueden observar? ¿Qué modelo a seguir se les presenta? 

“No hay” mujeres que encajen en esos perfiles

Si bien, la desigual remuneración en los puestos de trabajo es uno de los obstáculos a batir en el camino hacia la verdadera igualdad, el menor número de oportunidades que se da a las mujeres simplemente por serlo es el jefe final: si no accedemos a los puestos para los que estamos (sobre)cualificadas, no llegaremos siquiera a ver la nómina. La contradicción de la mal llamada ‘igualdad de oportunidades’ es una trampa a todas luces. Todas tenemos la oportunidad de enviar un currículum, pero sólo podremos enviarlo si conocemos la oferta de trabajo. Como ejemplo, en Nerfeadas hablan de cómo el boca a boca o los espacios ocupados por varones son los lugares donde se publican el mayor número de ofertas. Un sector mayormente masculino donde, además, argumentan las entrevistadas, los procesos selectivos parecen estar enfocados y avocados a elegir un candidato varón. Luego, desde antes de incluso de poner sobre la mesa nuestra valía, las probabilidades de conseguir el puesto son ínfimas. Frente a esta realidad, escuchan el tópico de que “no hay” mujeres que encajen en esos perfiles. Algo que, simplemente atendiendo a todas las profesionales que relatan sus experiencias en este documental, se cae como argumento por sí solo. 

En definitiva, Nerfeadas ya lleva seis entregas disponibles en YouTube y esperamos ansiosas las próximas. Es, sin duda, un documental que incluiría en el contenido del curso escolar, compartiría con mis amig@s gamers, y que si aún no conocías, estás tardando en ver. 

Gemma Suárez

Mujer, millennial tardía, profesora. Escribe a ratos, aprende siempre.

Comentarios

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Responsable de los datos: Square Green Capital
Finalidad: Gestión de comentarios
Legitimación: Tu consentimiento expreso
Destinatario: servidores de Siteground
Derechos: Tienes derecho al acceso, rectificación, supresión, limitación, portabilidad y olvido de sus datos.