Introspección, definición de la RAE: “Mirada interior que se dirige a los propios actos o estados de ánimo”.
Alejarse a veces es la solución a muchos problemas, sobre todo aquellos en los que el caos es tan grande que te olvidas de que tu bienestar es lo más importante.
Alejarse te permite ver las cosas con claridad, indagar en ti mismo, ponerte límites y focalizarte en todo aquello que alimenta tu alma y que te hace crecer como persona.
Desde la distancia aprendemos que nadie, salvo tu mismo, puede destruir tu mundo. Que estamos para cosas grandes y que hay que saber alejarse de quien se pierde en menudeces. Y de quien no sabe lo que quiere.
Los momentos de introspección te permiten pensar y analizar qué es lo que queremos y hacia dónde estamos yendo. Hablarte desde el cariño y el respeto, minimizando la autoexigencia, sin juzgarte, queriéndote con tus defectos, confiando más en ti y logrando tener una relación más sana contigo misma.
Es increíble compartir tiempo con quiénes queremos, pero una vez tienes interiorizado esto, logras entender que lo haces porque realmente quieres y no por necesidad. Y esa es la clave del amor propio.
