fbpx

Entrevista: María Pérez, creadora de La Pelvis Revolution.

El suelo pélvico. Ese Universo olvidado y adormilado que sostiene mucho más que nuestra anatomía. ¿Sabías que tu suelo pélvico es clave para reconquistar tu capacidad innata de placer y la conexión con tu cuerpo?

María Pérez, fisioterapeuta experta en suelo pélvico y creadora de La Pelvis Revolution (@lapelvisrevolution en Instagram), se ha propuesto cambiar este panorama de inaceptable desconocimiento. Con diversión y disfrute como bandera, su misión incluye ayudarnos a desactivar a los temidos “Pelvinagüers”. ¿No sabes qué son? Entonces necesitas seguir leyendo esta entrevista.

Si quieres redescubrir tu cuerpo y todo el potencial de esta zona para tu empoderamiento, acompáñame a conocerla.

Helena: María, hablemos claro: el suelo pélvico es un gran olvidado de nuestro cuerpo, hasta que da señales evidentes de que algo no va del todo bien. ¿Por qué crees que es tan difícil para las mujeres hablar de este tema?

María Pérez: Por desgracia ni aún dando señales a veces nos ponemos manos a la obra y tengo mis sospechas de por qué es así:

  • Por un lado, porque desde la sociedad están totalmente normalizados problemas como las pérdidas de orina y las sensaciones “rarunas” en la vagina como la pesadez o el dolor menstrual o en las relaciones sexuales.
  • Por otro lado, porque a las mujeres aún nos cuesta priorizarnos y poner encima de la mesa que volver a reír, saltar, correr o tener sexo con alegría y sin tener en la cabeza entre las piernas concierne a la familia y a la sociedad.

Helena: ¿Y por qué crees que es tan importante que las mujeres conozcan y cuiden esta parte de su cuerpo?

María Pérez: Porque el suelo pélvico no se queda solo en esa zona, su influencia va mucho más allá:

  • Se asegura de que no vayamos teniendo escapes de orina con cada risa o estornudo, y de que no se escapen flatulencias.
  • Hace posible que vayamos al baño con regularidad y salud.
  • Puede estar involucrado en ese dolor en la cadera, la lumbar o la pelvis, y que a veces aparece sin invitación.
  • Durante el embarazo, sostiene el peso del bebé y juega un papel clave para que el parto se dé en sus tiempos.
  • Y, además, nos conecta con el placer. Desde disfrutar de las pequeñas cosas, hasta los orgasmos que hacen historia.

Vamos que influye más en nuestro día a día que el café de las 8 de la mañana.

Helena: Para nuestras lectoras que quizá no estén familiarizadas ¿podrías explicar qué es exactamente el suelo pélvico y por qué es tan importante para la salud de las mujeres?

María Pérez: El suelo pélvico, también conocido como periné, es un conjunto de estructuras y tejidos que cierra la pelvis por abajo.

Para ubicarlo, basta con sentarte y buscar los huesos del culo sobre los que solemos apoyar el peso. Si trazamos una línea imaginaria desde ahí hasta el pubis y el coxis, formamos un rombo; dentro de esos cuatro puntos está el conjunto de músculos y fascias que lo conforman.

Este “sistema pélvico” no trabaja solo: se alía con el abdomen, las caderas y el diafragma para encargarse de cosas como:

–          La continencia, es decir, que podamos controlar la orina y las heces.

–          Gestiona y amortigua las presiones internas del abdomen.

–          Da estabilidad al tronco y ayuda a sostenernos.

–          Tiene un papel crucial en nuestra sexualidad, así como en el embarazo y el parto.

El estado de tu suelo pélvico puede marcar la diferencia entre sentirte cómoda en el trabajo, con tus amigas, tu pareja, tus peques o tu familia…
Y, claro, contigo misma.

Helena: Has creado un término digno de ser incluído en la RAE. Cuéntanos, ¿qué son los “Pelvinagüers”?

María Pérez: Jajajaja, quizás ha llegado el momento de solicitarlo formalmente.

Los Pelvinagüers son pequeños gremlins explosivos, que viven agazapados en tu pelvis y en tu mente, esperando el momento justo para liarla parda.

Son una metáfora perfecta de todo aquello que desequilibra el sistema pélvico y que, sin darnos cuenta, se instala en nuestro día a día.

Desde el famoso “pis por si acaso”, esa voz en tu cabeza que te dice “Sólo son unas gotitas”, el estreñimiento, normalizar el dolor en tu vagina, los mitos que tomamos por verdades absolutas, hasta la desinformación o esa desconexión total con el universo que tenemos entre las piernas…

 Todos ellos son Pelvinagüers.

Cada mujer tiene los suyos, y descubrirlos puede ser toda una aventura, con sus desafíos y, por qué no, también con sus risas.

Helena: A menudo, se asocian los problemas de suelo pélvico con la maternidad, pero ¿cómo puede afectar el suelo pélvico a las mujeres en otras etapas de la vida?

María Pérez: La falta de conciencia corporal y la desconexión con nuestros perinés hace que sea más fácil desarrollar “movidas pélvicas” a cualquier edad.

He conocido a mujeres que se meaban con un ataque de risa desde que eran niñas.

El dolor durante las relaciones sexuales es algo que afecta con más frecuencia a mujeres jóvenes. Y hacer deporte sin saber cómo involucrar al suelo pélvico puede desencadenar problemas como la incontinencia en cualquier momento de la vida.

La menopausia, con sus cambios hormonales y su buena dosis de desconocimiento, también puede hacer que los problemas pélvicos se acentúen o salgan a la luz. Pero ojo, uno de los grandes mitos es pensar que todo esto es “normal” y que la edad es un factor imparable al que no podemos escapar.

La realidad es que la prevalencia de la incontinencia urinaria afecta a 4 de cada 10 mujeres entre los 30 y 50 años, y a 6 de cada 10 en las mayores de 50.

No es solo la edad ni las hormonas, son los Pelvinagüers que campan a sus anchas.

Helena: ¿Qué consejos básicos darías a una mujer joven que quiere empezar a cuidar su suelo pélvico antes de tener problemas?

María Pérez: Primero, dejar de verlo como una tarea imposible o algo que atender a la desesperada cuando ya no queda otra.

Cuidar el suelo pélvico debería ser tan cotidiano como cepillarse los dientes.

  1. Empezando por lo básico: escucha tu cuerpo, no te aguantes las ganas de orinar hasta reventar, ni vayas al baño cada dos por tres.
  2. Aprende a relajar tu periné, que muchas veces solo se habla de fortalecer, pero nadie te cuenta que, si está más tenso que la cuerda de un violín, no hay ejercicios que valgan.
  3. La respiración también es clave, así que nada de vivir en modo hiperventilación 24/7.
  4. También es fundamental que nos movamos, en general, usando la fuerza de nuestros músculos, la resistencia de nuestro cuerpo, porque si el cuerpo no acompaña por mucha caña que le des a tu suelo pélvico te vas a quedar estancada.

Nuestro cuerpo está hecho para andar, trepar, reptar, bajar y subir del suelo, empujar cosas, cogerlas, moverlas y mucho más. Si perdemos nuestras capacidades de movimiento y no nos centramos en recuperarlas el suelo pélvico también lo va a notar.

  1. Y, por último, si puedes, busca a alguien que te enseñe a conocerlo bien; merece la pena.

Helena: Existen muchas maneras de cuidar y fortalecer nuestro suelo pélvico, quizá lo más común es recurrir a los ejercicios de Kegel, pero, ¿podrías darnos algún consejo o ejercicio que podamos hacer en nuestro día a día?

María Pérez: Los ejercicios de Kegel están bien, pero no son la panacea universal ni el único camino.

Prueba con algo más cotidiano: camina con consciencia. Cada paso que das, piensa en cómo se mueve tu pelvis, siente cómo impacta el suelo en tu cuerpo y deja que tus caderas hagan el trabajo que les toca, con suavidad.

Aprovéchate de tu entorno para hacer equilibrios: el borde de la acera o simplemente ponte a la pata coja y cierra los ojos a ratitos.

Los equilibrios son grandes aliados para tu cuerpo.

Hay ejercicios muy sencillos que le vienen muy bien al suelo pélvico si tienes que pasar un tiempo sentada. Por ejemplo, empuja de vez en cuando con los pies el suelo y siente como el resto del cuerpo te pide colocarte, como si te tirara suave un imán de la cabeza.

O empuja con las manos hacia la mesa o los muslos y piensa también en ese imán.

¡Ah!, y por favor… nada de hacer pis “por si acaso” antes de salir de casa, que ese hábito sólo da vida a los Pelvinagüers.

Helena: María, cuéntanos un poco sobre tu trayectoria. ¿Qué te inspiró a especializarte en fisioterapia de suelo pélvico?

María Pérez: Cuando era una fisio “convencional” empecé a dar clases de pilates grupales. Al final de cada clase siempre había un momento de charla y en una de esas, Mercedes, una alumna, mencionó que sufría con una cicatriz de episiotomía que le dolía desde hacía dos años.

Todos le decían que “no tenía nada” o que “era normal”, pero yo, aún sin saber mucho de episiotomías en concreto, tenía claro que eso no era normal en una cicatriz. Me tocó investigar y descubrí que el desconocimiento sobre la salud femenina era brutal.

Yo misma, con 16 años, casi me desangro con una menstruación de película de terror y solo recibí recetas para tapar el problema.

Durante años viví con miedo de que mi propia regla me pudiera matar y sin información sobre cómo podía mejorar mi situación a largo plazo.

Lo mismo que nos había pasado a Mercedes y a mí les pasa a millones de mujeres que se mean por las esquinas o que sienten un bulto entre las piernas.

Esto, sumado a ver cómo millones de mujeres sufrían sin información o con mitos que les hacían la vida imposible, me llevó de lleno a especializarme.

Y aquí estoy, enamorada de la salud pélvica y dispuesta a hacer ruido.

Helena: Además de ofrecer consulta y de ofrecer un reto gratuito para trabajar la incontinencia y los prolapsos, ayudas a otras fisioterapeutas de suelo pélvico. Cuéntanos, ¿cómo es eso de formar a otras profesionales? ¿Qué ha aportado a tu proyecto?

María Pérez: Formar a otras fisios ha sido un regalazo. Siempre me ha gustado compartir conocimiento, y desde que me especialicé, las conversaciones con otras compis se volvieron muy enriquecedoras.

Mi vena investigadora y la curiosidad me llevaron a crear formaciones clínicas sobre suelo pélvico, embarazo y postparto.

Ahora acompaño a fisios pélvicas que quieren lanzarse al mundo online, algo que me permite crecer constantemente y contar con una red increíble de profesionales a las que recurrimos cuando alguna tiene una situación difícil.

Es un enriquecimiento continuo, tanto para mí como para quienes confían en mi acompañamiento.

Helena: ¿Qué papel crees que juega la fisioterapia del suelo pélvico en el empoderamiento de las mujeres?

María Pérez: Fundamental.
Porque no se trata solo de dejar de tener pérdidas o de eliminar el dolor, sino de reconectar con nuestro cuerpo, con nuestro poder.

Cuando una mujer vuelve a reír, a saltar, a tener relaciones sin miedo y a moverse con libertad, algo en su interior cambia.

Empoderarse pasa por recuperar tu autonomía, tu placer y tu confianza.
La fisioterapia de suelo pélvico te muestra que no estás sola, que hay soluciones y que puedes recuperar lo que creías perdido.

Eso transforma vidas.

Helena: Me gustaría que nos contaras cómo influye nuestro suelo pélvico en el placer sexual.

María Pérez: El suelo pélvico es un gran aliado del placer.
Cuando está en equilibrio, no solo hay mayor sensibilidad, sino que las contracciones que se generan con los orgasmos pueden ser más intensas y placenteras.

Si hay tensión, dolor o rigidez, afecta la lubricación, la comodidad y hasta las ganas de tener relaciones.

Además, aprender a relajar y activar el suelo pélvico puede hacer que nos sintamos más presentes y conectadas durante el sexo. Cuidar esta zona es cuidar de nuestro disfrute y placer.

Helena: ¿Por qué crees que el dolor, tanto a nivel menstrual como derivado de problemas en el suelo pélvico se normaliza tanto?

María Pérez: Porque hemos crecido con la idea de que “ser mujer” viene con un paquete de sufrimiento incluido.

La desinformación y la falta de apoyo hacen que aceptemos como normal lo que no debería serlo.

“Es lo que hay”, nos dicen.

Pero no, el dolor no es normal.

No hay que aguantarlo ni acostumbrarse.

Las generaciones anteriores no tuvieron opciones ni conocimiento, pero ahora tenemos la posibilidad de cambiar esta narrativa y reivindicar nuestro bienestar.

Helena: ¿Qué papel deberían tener la educación, los sistemas de salud y los medios de comunicación en la sensibilización sobre el cuidado del suelo pélvico en particular y sobre la salud de las mujeres en general?

María Pérez: Todo.
La educación desde la infancia debería incluir el conocimiento del cuerpo, la salud femenina y temas tabú como el suelo pélvico.

Los sistemas de salud necesitan formarse y dar recursos para tratar a las mujeres desde el respeto y la comprensión, no desde el “no pasa nada” o el “es normal”.

Los medios pueden ser altavoces de información veraz, derribando mitos y normalizando el cuidado y respeto hacia nuestro cuerpo.

Si se unen estas tres patas, el cambio sería tremendo.

Helena: Me gustaría que acabáramos la entrevista con algún mensaje para las lectoras y seguidoras de BikiniBurka.

María Pérez: Querida, la vida es demasiado corta para andar aguantando cosas que tienen solución.

Reconquista tu cuerpo, ríete, baila y no dejes que los Pelvinagüers te condicionen la vida.

Vivir desde el disfrute y el placer no es un lujo, es lo que te mereces.

Gracias, María, por iluminarnos con tu pasión y conocimiento, y por recordarnos que reconectar con nuestro suelo pélvico es mucho más que salud: es un acto de amor propio.

Y a ti, lectora de BikiniBurka, este es el momento para darle a tu cuerpo el cuidado y el respeto que merece. Honra tu autenticidad, escucha a tu cuerpo y recuerda que decisión en beneficio de tu salud es un paso hacia tu empoderamiento.

Helena Bravo Martínez

Comunicadora, Coach en Salud y Bienestar, y Sexóloga. Poeta, bailarina y actriz amateur.

Comentarios

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Responsable de los datos: Square Green Capital
Finalidad: Gestión de comentarios
Legitimación: Tu consentimiento expreso
Destinatario: servidores de Siteground
Derechos: Tienes derecho al acceso, rectificación, supresión, limitación, portabilidad y olvido de sus datos.