Mi nombre es Laura Botella Díaz y soy nutricionista en la Unión Deportiva Granadilla Tenerife (UDGT). Es un equipo de fútbol femenino y es la segunda temporada que trabajo con el club, la primera fue la 2019-2020 (sí, la que se vio truncada por la pandemia y finalizada de golpe).
Creo necesario poner explicar a la persona que esté leyendo estas líneas las particularidades de la liga de fútbol de primera división femenina y sus deportistas. Las jugadoras luchan cada día para mejorar sus condiciones, este último año han ganado una importante batalla ya que se las ha empezado a reconocer como deportistas profesionales -por fin-, pero su liga sigue siendo no profesional (hoy en día la que se considera como tal es la masculina solamente).
Me parecía importante recordar este aspecto para que se introduzcan en la realidad del fútbol femenino. Además, en el caso particular de la Unión Deportiva Granadilla Tenerife no se está bajo el paraguas de un club de fútbol masculino (que es lo habitual en este sector), por lo que siempre que se hace referencia a la UDGT hablamos de un club muy humilde.
Se formó un grupo de chicas que en su día se unieron para poder seguir jugando al fútbol y que tuvieron la enorme suerte de tener personas que las arropasen y creyeran en ellas. Presentaban aptitudes y talento, y el 14 de junio de 2015 ascendieron a la liga Iberdrola (primera división femenina de España). Posteriormente, con el crecimiento del club han llegado jugadoras de fuera y se ha conseguido que casi ninguna de sus jugadoras tenga que dedicarse a otra cosa que no sea el fútbol. Con este crecimiento acelerado, el club se profesionaliza a un ritmo vertiginoso y poco a poco va incorporando mejoras a medida que se avanza en el tiempo.
Cuando se me ofreció el trabajo, al principio tuve algunas dudas ya que es el “deporte rey” y sabía que el decir que sí iba a conllevar compromiso y responsabilidades asociadas muy importantes. Así que me acerqué al campo, a ver “qué se cocía por allí” y cómo era la situación. Hoy en día me doy cuenta que la persona de la directiva que me ofreció el puesto sabía perfectamente que ese sería mi proceder y que al hacerlo me tendría ganada. No podía decir que no al verlas: mujeres entrenando con una pasión y garra en un mundo que no siempre es justo con ellas. El presidente, Sergio Batista, paseando durante el entrenamiento por las bandas del campo observándolas y hablando luego con ellas como uno más. Así, en ese momento, sin tener nada más que pensar ya estaba firmada mi incorporación al club. Justo coincidió además con la integración en el engranaje del cuerpo técnico de la figura del psicólogo deportivo, pieza clave para todo equipo.
Las funciones como nutricionista del club serían, junto con el resto de componentes del cuerpo técnico, planificar la temporada para que el beneficio del equipo fuera máximo. Esa temporada fue atípica porque se truncó con el COVID-19 y además en nuestro caso sufrimos el paso de varios entrenadores: ninguno de ellos llegaba para quedarse.
Finalmente permaneció el entrenador actual, Francis Díaz, y se incorporaron nuevos profesionales en los departamentos de fisioterapia, entrenadores de porteras, readaptadores y preparadores físicos. De esta manera, se constituyó la plantilla al completo del equipo para la temporada 2020-2021, que trabaja continuamente y en cohesión sin descanso por intentar llegar a lo más alto y tratando de disfrutar ese camino.
“La alimentación es fundamental para afrontar los ritmos de partido y los entrenamientos en las mejores condiciones”
En cuanto al papel de la nutricionista, una de las funciones es el control de la composición corporal de las futbolistas, realizando su valoración antropométrica e intentando evitar en medida de lo posible situaciones de sobrepeso o delgadez extrema. Como profesional de la salud se me informa acerca de los suplementos que utilizan en caso de hacerlo, y se valora esta información para llevar a cabo la recomendación oportuna para la jugadora en base a la evidencia científica.
La nutricionista necesita un informe acerca del número y tipo de partidos y entrenamientos propuestos para poder planificar unas pautas e ingestas dietéticas para las deportistas. Los entrenamientos diarios y la competición durante la temporada suponen un gasto energético importante para las jugadoras. Puede haber situaciones donde la recuperación pueda verse comprometida al disputarse partidos entre semana, etc.
La alimentación es fundamental para afrontar los ritmos de partido y los entrenamientos en las mejores condiciones. En el caso de las chicas, tenemos una condición excepcional y atípica al ser isleñas. Como nutricionista del equipo supuso todo un reto planear las hojas de ruta cada vez que tenían que viajar, era complicado. Volaban cada 15 días aproximadamente, ya que normalmente se juega un partido en casa y uno fuera de manera alterna, lo cual supone un trasiego de horarios que afecta a sus ritmos de ingestas y a su ciclo sueño-vigilia (fundamental para cualquier deportista).
Actualmente en circunstancias de coronavirus y con los vuelos aún más restringidos no puede ni imaginarse la persona que lee ahora mismo lo complicado que es cuadrar estas expediciones. Obviamente los pasajes son más caros y el club está haciendo un esfuerzo enorme, además el número de vuelos es menor y los horarios son infernales (las chicas a veces están 4 horas o más en aeropuertos, y habitual es que salgan de Tenerife un sábado y lleguen un lunes, con alguna escala y varios aviones), y en la mano de los miembros del club está darles las mejores soluciones.
Como nutricionista en este caso se necesita lograr una preparación y recuperación completa, mediante la alimentación de las futbolistas de una manera adecuada en su globalidad. Para ello:
- Se diseña el menú del tupper que se llevan al aeropuerto de tal modo que en ese plato ingieran adecuadamente en calidad y cantidad el día de la salida de la isla: proteínas, carbohidratos y grasas saludables
- Se incluyen tentempiés y snacks con tomas pautadas cada cierto intervalo de tiempo
- Se establece comunicación con el servicio de cocina de los hoteles donde se hospedan para concretar cenas y demás ingestas realizadas en ellos
Mi responsabilidad es, a través de la alimentación, contribuir a conseguir un estado de salud y condición física óptimos, que prevenga la acumulación de fatiga, evitando así un mayor riesgo de enfermedades y de lesiones. Ese sería el aporte principal de la nutricionista en el club, y la manera que tiene de sumar esta figura dentro de él.
A día de hoy estamos disfrutando de una posición muy dulce, ya que estamos primeras en la liga. Pero tenemos los pies en el suelo y sabemos que esto acaba de empezar y que se debe de seguir trabajando, porque algunos equipos además tienen partidos de menos. Incluso con todo esto, mentiría si no dijera que soy muy feliz de ver al Granadilla ahí arriba, porque si existe un club luchador, que se crece ante la adversidad y que sabe lo que es estar y empezar bien abajo sin arrojar nunca la toalla ese es el UDG Tenerife. Soy muy feliz de poder formar parte de esta familia que aún conserva su trato cercano, y de que se valorara la figura de la nutricionista, existiendo ese día esa llamada con su propuesta laboral. Veremos qué nos depara la liga, pero desde luego el equipo seguirá luchando con ganas porque… SOMOS GUERRERAS.
Laura es una profesional de los pies a la cabeza. Es una suerte tener a una persona así cerca, que se preocupa tanto por la salud de las futbolistas y que planifica de la mejor forma unas rutinas para que estén en la mejor forma y condición posible. Gran trabajo Laura!!!