Pregunta trampa. En Malasaña, hay muchos chicos monos, sí. Pero a veces son solo eso: monos, un poco como la deco de un bar…
Yo al mío lo encontré en un recital de poesía de la Fundación Loewe hace 10 años. Nada de apps. El jamás las había usado, solo versos, una copa de champagne y alguien que no parecía estar allí para postear en Instagram.
La ecuación es simple: si quieres hacer match de verdad, vete a lugares que te hacen vibrar a ti. Los hombres interesantes aparecen donde disfrutas tú. Librerías, exposiciones, clases de impro, talleres de arte, ferias o presentaciones de libros. No es magia, es estadística emocional.
Decía Obama que cuando conoces a alguien y sientes el deseo de profundizar deberías de hacerte 3 preguntas importantes antes de seguir adelante: ¿Es interesante/ te gusta hablar con él/con ella? ¿Sería un buen padre/madre? ¿Te ríes son él/con ella? 3 claves para durar en pareja porque al final lo que queda después de la pasión es una buena conversación y unas cuantas risas.
¿El problema? Que repetimos patrones. Salimos de noche → encontramos rollos de noche, que muchas veces beben y cuyo leit motiv pasados los 30 y tantos sigue siendo salir y salir. ¿Quieres otra cosa? Cambia de hábitat. Prueba otro escenario: un vermut por la latina el domingo, un cóctel en la calle Infantas, una cerveza en Las merinas, una presentación en La Mistral, un cine de verano en La Casa Encendida.
Porque sí, en Madrid hay hombres interesantes. Pero no van a llamar a tu puerta. Están leyendo en la librería que te mola, improvisando en un taller de escritura, o meditando contigo en tu centro de yoga.
La moraleja: si buscas siempre en el mismo sitio, encuentras siempre lo mismo. Y quizá lo interesante sea justo lo que todavía no has probado.
Y si no aparece nadie… al menos te quedas con un libro nuevo, una nueva experiencia o unas mallas de yoga que te sientan fenomenal. Que, seamos sinceras, duran más que la alegría de otro match en Tinder.