¿Cómo he llegado hasta aquí, esta revista digital? Como casi todo en mi vida, por mi personalidad, por mi naturalidad, por mi forma de ser, por mi modo de ver la vida, por mis vivencias, por mis contactos,… entre otras cosas. ¿Suerte, casualidad o causalidad? Conozco, desde hace varios años, a Álvaro Cuadrado, director de BikiniBurka.org. Colaboramos juntos en alguno de sus proyectos en Madrid, concretamente en la agencia de marketing Swing28. Es una persona que admiro porque me parece incansable, emprendedora y con buena voluntad, creo que lo demuestra con iniciativas como esta, o la de HambreCero, o la de Plantalo.org, entre otras.
Nos seguimos en redes sociales desde que nos conocemos pero no solemos interactuar mucho entre las publicaciones, ni comentarios, ni likes, me gustas, ni mensajes privados,… hasta que vi que, el pasado mes de julio, necesitaba ayuda porque quería ir a Alaska, para lo que le pedían unos documentos que necesitaba rápidamente pero en la embajada le daban fecha más tarde de la fecha cuyo viaje había planificado. Así que, le escribí dándole algunos consejos, ya que yo viví en Nueva York con StartupsMansion y antes fui con PeriodistasHoy. Durante ese tiempo hice algunos contactos estando allí, aunque eso fue hace más de 10 años. El caso es que a partir de ahí, comenzamos a hablar, nos preguntamos sobre nuestras vidas para ponernos un poco al día y aquí estoy, escribiendo mi primer post para BikiniBurka, artículo para esta revista sin ánimo de lucro. Me gustaría ganar dinero con lo que escribo, por supuesto, ya gano algo por otros lados, pero como para expresarse libremente parece que es mejor no tener ningún tipo de patrocinio ni financiamiento para que sea realmente parcial, pues aquí, escribo esto, como el resto de increíbles autoras de esta revista: sin ánimo de lucro.
Lo hacemos, al menos, yo lo hago porque me gusta poder expresarme libremente y como se supone que vivimos en una democracia que presume de libertad de expresión, pues aquí estoy.
Para quienes no me conozcáis, mi nombre completo es: María Trinidad. Es muy largo. A mi me gusta presentarme como: Mari Trini, sobre todo en países de habla hispana. Me gusta Mari Trini por varias razones, una de ellas, porque me encantan las letras de las canciones de la cantante, ya fallecida, Mari Trini, quien por cierto, era paisanica, también nació en la Región de Murcia, como yo, aunque nacimos en distintas zonas de la comunidad autónoma. Yo nací en Lorca, lugar conocido, además de por el terremoto del pasado 11 de mayo de 2011, Lorca se conoce popularmente y así la describen desde la oficina de turismo, no por el poeta sino como: la ciudad del sol. Me encanta haber nacido en una ciudad denominada: la ciudad del Sol y que además, mi segundo apellido contenga esas letras y que además, una de mis mejores amigas chulapa, casi gata, se llame Sol y un hijo de otra buena amiga, en este caso, catalana, se llame también Sol. Muchas conexiones con la palabra Sol en mi vida. A mi me encanta tomar el sol. Intento tomar unos 15-20 minutos de sol al día, como mínimo, aunque no siempre es posible, según las circunstancias. No todo depende siempre de mi.
Continuando con el nombre, cuando estoy en el extranjero, para mucha gente, recordar el nombre Mari Trini o pronunciar Trini les resulta complicado, así que, les digo que pueden llamarme Trinity como la mujer de la película Matrix, la compañera de Neo o María o Mari o incluso Mary, con acento inglés. La mayoría de la gente, por lo que sea, elige llamarme María. Por lo que, depende de donde me encuentre y/o con quien, respondo a distintos nombres. Así soy yo, flexible, me adapto a las circunstancias, como el agua, como la frase: Be water, my friend. Es muy importante ser flexible y saber adaptarse a todo tipo de circunstancias. Yo lo hago hasta con el nombre que mis padres me pusieron y eligieron para mi y que me encanta.
Este primer artículo lo escribo teniendo 35 años. Se publica el mes de septiembre. Septiembre es un mes de nuevos comienzos. Para muchos el año comienza realmente en septiembre, como el curso escolar. El último día de este mes cumpliré los 36 años. Son números interesantes. No me importa decir mi edad, al contrario, me encanta poder celebrar los cumpleaños, eso es una buena señal y además me siento orgullosa de todo lo que he conseguido en mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. A lo largo de mi vida, he experimentado en primera persona tantas situaciones algo surrealistas que creo en todo tipo de teorías, incluso en la de la numerología también. No soy la única persona que cree en ella y/o la aplica. Además los números es uno de los pocos idiomas internacionales que existen. Vayamos donde vayamos: China, Kenia, Costa Rica, Suiza, Australia, España,… aunque el idioma local sea distinto, los números se escriben igual. A mi me apasiona hablar idiomas pero no hablo todos los idiomas del mundo, aunque me encantaría, así que, saber idiomas que se hablan en prácticamente todos lados, como el de los números, entre otros, me encanta. Podemos hablar de números con los dedos de nuestras propias manos, si no sabemos el idioma local.
El lenguaje corporal es otro “idioma” muy valioso. A veces hay personas que parecen como que transmiten malas energías, malas vibras o vibraciones,… Yo a eso lo llamo observación. Mi teoría es lo que nos transmiten: sus comportamientos, sus posturas, sus gestos, gesticulaciones, tono de voz, miradas,… Y hay quien no las realiza con muy buena onda. Saber analizar esos detalles, los cuales parecen sólo son aptos para personas algo sensibles o ahora, el concepto PAS, Personas Altamente Sensibles, el cual también se ha hablado en esta revista con una poesía. Creo que cualquiera puede desarrollar, si se lo propone, la capacidad de observación. Observar bien es como un sexto sentido, ayuda a prevenir a intuir, a percibir cosas que a quienes no observan tanto, les cuesta comprender. Para mi los detalles, detallitos, nimiedades,… son muy importantes, me dicen mucho más que lo más aparente y visible.
Por cierto, he dejado para lo último y era algo de lo más interesante a mencionar. He vivido en 5 continentes. Si. Vivido. VI-VI-DO. Escribo esto desde Kenia, donde llegué el pasado mes de junio. Vivir es algo diferente a visitar. Además de visitar, he vivido en 5 continentes, trabajando principalmente en comunicación y educación, a la vez que he observado, analizado y profundizado en los distintos comportamientos humanos de todo tipo, desde los ciudadanos en las grandes capitales europeas, hasta indígenas en América del Sur, aborígenes en Australia, tribus en África,… Así que, tengo mucha información. Tal vez demasiada. Iré dejando por aquí algo, poco a poco, una vez al mes, como mínimo. Espero que sirva de algo y os divierta tanto como a mi experimentarlo en primera persona y documentarlo para compartirlo porque yo soy de la filosofía de que: compartir es vivir y la información es poder. Cuanta más información, personas más poderosas podemos llegar a ser. Ahora, escribo esto desde el noveno país en el que vivo: Kenia y mi quinto continente: África. ¡Hakuna matata!