Como buena gallega que soy, tierra de meigas, he crecido escuchando historias de gente del pueblo que veía “cosas”, que había sentido “esto otro”, que por la noche se había cruzado con la santa compaña… Las largas noches de invierno de la terriña invitan a las familias a reunirse alrededor de la chimenea y compartir esas
historias en forma de cuentos, como si dando ese toque de irrealidad le pudieras quitar toda la credibilidad.
Durante mucho tiempo oculté que yo también veo y siento esas “cosas” que tanto cuesta nombrar, que soy sensitiva y psíquica, y esconder parte de lo que soy ha condicionado mi vida y, por un tiempo, dirigió mi destino.
Todos y todas, de una forma u otra, tenemos esa capacidad de sentir, se llama instinto, pero está en su mayor parte adormecido, porque dejamos como único protagonista a un cerebro que tiene muchas limitaciones y que nos está llevando a formas de vivir que traen graves consecuencias para nuestra salud física y mental.
Vamos en piloto automático, adormecidos, siempre corriendo, con estrés o ansiedad, sin ser conscientes de que estamos creando y manifestando constantemente nuestra realidad.
Carl Jung dijo, “Hasta que lo insconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino”.
Hasta que comienzas a ser consciente de quién eres realmente, de cuál es tu valor y tus habilidades, dejarás que todos los demás dirijan tu vida, porque pensarás que no puedes cambiar nada de lo que te pasa, que solo unos pocos “elegidos” tienen el poder y la magia para transformar su vida.
Y aquí vuelvo al principio, a hablar de esas meigas, de esos brujos… porque la magia siempre ha estado asociada a los brujos/ las brujas o meigas, chamanes, seres con cierto misticismo, poder y dones capaces de sentir y ver más allá.
Con el tiempo te das cuenta de que quizás lo que se ve cómo algo extraordinario, no lo es tanto, y realmente es nuestro verdadero ser más primitivo, ese que todos rechazamos, es ese el que nos conectaba inicialmente con la naturaleza y nuestra intuición, tan necesaria para sobrevivir.
Porque la cultura popular nos ha vendido que la magia es para unos pocos, que solo existe en los cuentos, en las historias de seres míticos y sobrenaturales, pero, en realidad, está dentro de ti, es tu poder de transformación y manifestación, y para crear la realidad que quieres tienes que descubrir quién eres más allá de tus máscaras, de todas las creencias y limitaciones heredadas y aprendidas, comenzar a ver las heridas de la infancia con aceptación y dejar de culpar a los demás de todo lo que pasa, comenzar a ser dueño y responsable de absolutamente todo lo que te sucede.
Lo bueno es que, tomando consciencia, transformas tu realidad, lo malo es que ya no puedes volver al papel de víctima, ya no puedes culpar a nada ni a nadie de lo que te pasa, porque eres tú el que está tomando las riendas de tu destino.
A través del aprendizaje de estos años, el camino que yo misma he andado y los profesionales de los que me he rodeado, he creado el Proyecto “Talleres CREA”, un conjunto de talleres con propósito que nos invitan durante 9 meses a un camino de autoconocimiento, a traer a flote todas aquellas partes inconscientes que están llevando el timón de nuestra vida, y comenzar a conectar con nuestro instinto, nuestra voz interior, a recuperar el mago y la maga que todos somos, y tomar el poder y control sobre nuestra vida.
Nueve talleres, comenzando en noviembre, con distintas técnicas que nos llevarán a un viaje, que son una experiencia única y en los que estarás arropado por los mejores profesionales. Empieza a CREAR tu realidad.