“Si no lees, no sabes escribir, y si no sabes escribir, no sabes pensar” (Juan José Arreola).
Muchas veces me he preguntado de qué manera puede un país o una sociedad mejorar, lo que llamamos evolución, civilización o como sea que queramos verlo, y la verdad es que todas mis conclusiones siempre llegan a lo mismo A LEER PARA SALIR DEL HOYO.
Recuerdo perfectamente cuando en una etapa de mi vida daba una charla para adultos titulada “El placer de leer” y justo relacionado con este tema de las cosas que más recuerdo era cuando me tocaba hablar del país más feliz del mundo que es Finlandia, no sólo más feliz, culto, primermundista, seguro, en fin, con todos los pros del mundo para sí mismo.
Y ¿cuál creen que era la respuesta a todos sus bienes? Finlandia es un país de gente que lee, hay más bibliotecas que parques, en promedio un finlandés se lee 47 libros al año, un mexicano ni 1, esta y otras tantas cifras relacionadas con la lectura me dejaron impactados
Algunos dirán: “No es necesario leer; se aprende también viviendo”, pero yo les respondo: El lenguaje y los argumentos que se aprenden en el simple ejercicio de la vida, es el lenguaje fácil y simple, lo que nos queda a la mano que no necesariamente es el correcto.
El que no aprende más allá de esos límites es un ente autóctono, una persona que simplemente reproduce lo que escuchó, alguien imposibilitado de innovar, de transformar su realidad y la de otros.
Por eso te invito a leer, a sacar de los libros ideas para emprender, para arreglar una situación o mejorarla, a checar como lo hizo alguien más, a sentirte acompañado en tus problemas y tu dolor.
Los libros son grande psicólogos y grandes maestros, agarra un libro para saber de lo que sea, literal de lo que sea, lee y busca casos de éxito, lee y compara, lee y analiza, lee y toma decisiones, lee e imita, vuélvete un ciudadano más consciente y analítico que a México le URGE que su sociedad lo salve.