16 mujeres que cambiaron el mundo con sus inventos

Hubo un tiempo no muy lejano, en el que las mujeres solo eran madres, esposas o hermanas. No tenían ni voz ni voto, y no fue hasta 1929, exactamente el 30 de mayo, cuando las mujeres pudieron votar.

Un derecho tan fundamental y que durante tanto tiempo nos fue prohibido, de hecho hoy en día aún existen países donde la mujer sigue siendo esclavizada, torturada y por supuesto no tiene ni voz ni voto. A lo largo de la historia, contada siempre por hombres, las mujeres no han formado parte de nada relevante, solo cuidaban y trabajaban en los hogares. Como en todo, siempre hay pioneras revolucionarias que se rebelan contra la sociedad machista y contra sus propias familias para hacer valer sus ideas.

En el campo de la automoción tenemos a Bertha Benz, esposa del magnate de la casa Benz, Bertha  participaba en los inventos de su marido, mejorándolos y teniendo nuevas ideas, inventó las pastillas de freno, pero fue su marido en 1886 quien las patentó. En 1888 Bertha fue la primera mujer en conducir un auto un largo recorrido, como era de esperar, su marido no la dejaba desarrollar todas sus ideas como tampoco la dejaba conducir el coche más allá de su finca, hasta un día en que Bertha se cansó, cogió sus hijos, los monto en el vehículo y se fue a casa de su madre, también en esto fue pionera. Recorrió 110 km en una semana, durante la cual le surgieron varios imprevistos mecánicos que solucionó con gran habilidad consiguiendo llegar a su destino con éxito. Esta experiencia y después de muchas discusiones con su marido, la llevó a crear una red de asistencia en carretera que perdura en nuestros días. Bertha Benz tuvo más de 50 ideas y por supuesto los méritos fueron para el marido.

Los intermitentes y las luces de freno se lo debemos a Florence Lawurence, nacida en 1886, su vida y muerte fueron muy controvertidas. Tenía un talento innato que la llevo a diseñar varias patentes, entre ellas las actuales señales luminosas en los vehículos. Como ocurría en estos casos fue un hombre Edga walz quien patento todos sus inventos, Florence murió en la más absoluta pobreza.

Otra mujer, Mary Andersson, tuvo una brillante idea, mientras viajaba en taxi por New York, ese día llovía tanto que el tráfico era un caos, los autos tenían que parar continuamente para limpiar desde fuera la luna delantera, lo que dificultaba mucho la marcha. A partir de ese momento empezó a pensar y diseñar un sistema que de forma sencilla y desde el interior pudiera limpiar el parabrisas, su invento al principio no tuvo éxito, es más, se reían de ella en todos los círculos automovilísticos, nadie la tomaba en serio y no fue hasta 1964 cuando un hombre, Robert Kearns, patentó el limpiaparabrisas.

En 1893 fue Margaret Wilcox, quien después de muchas disputas pudo patentar con su nombre el gran invento que fue la calefacción en los autos, ideó un sistema de tubos que emitían calor desde el motor hacia dentro del habitáculo consiguiendo así que los viajes fuesen más confortables.

No tuvo tanta suerte con su patente Margaret Kning, inventora de las válvulas con camisas para motor rotatorio,  fue su invento más revolucionario ya que cambiaría los tiempos en los motores hasta entonces conocidos. En 1902 Margaret tuvo que pleitear por la patente con un hombre, Charles Annna, quien quería apropiarse de todas sus ideas.

Como no mencionar a June Mccarroll, inventora de las líneas divisorias que separan carriles y que tan importantes son para la seguridad vial. Durante la primera guerra mundial en 1917, June era medico de campaña y tenía que recorrer grandes distancias para visitar enfermos, fue en uno de estos viajes cuando en una curva un camión invadió su espacio y tuvo un pequeño accidente, lo que le llevo a pensar en un sistema que limitara las carreteras y dividiese los carriles para evitar justo lo que a ella le ocurrió, como era de esperar cuando lo propuso en los círculos que frecuentaba, todos la ignoraron e incluso difamaron. Tuvo que ser ella misma con un bote de pintura quien pintara las líneas divisorias en los tramos más peligrosos de las carreteras de California y con el tiempo cuando se comprobó la eficacia de dichas líneas, se implantó el sistema por todo el mundo y en la actualidad debemos dar gracias a June por ser tan previsora ya que ha salvado millones de vida.

Mujeres como Dorhothy levitt, pionera en participar en 1903 en una carrera automovilística, después de varios campeonatos compitiendo se dio cuenta que no veía a los otros participantes cuando se le acercaban por detrás, tuvo la brillante idea de usar su espejo de mano y con el tiempo se perfeccionó llegando a nuestros días como el espejo retrovisor. También fue un hombre quien lo patentó.

Esto solo son unos ejemplos de mujeres adelantadas a su tiempo, todas ellas tuvieron muchos problemas por sus buenas ideas, lucharon contra todos en su época por sacar adelante sus inventos, fueron despreciadas por los caballeros que después se adueñaron de sus patentes, pero nada de esto les hizo retroceder, más bien cada paso cada lucha era un logro conseguido.

Mujeres españolas como  Angeles Ruiz Robles precursora del e-book, esta profesora leonesa, maestra en Galicia durante 40 años, veía como mujeres con ideas, mujeres inteligentes, desperdiciaban su talento por culpa de la sociedad que no las permitía asistir a clases por falta de medios o simplemente por ser mujeres, ideó una enciclopedia mecánica para acercar la información a todas las mujeres, pero no fue hasta 1971, 22 años después, cuando Michael Heart lo patentó.

Misión imposible fue para Celia Sánchez Ramos que inventó un sistema de identificación a través de la córnea, mejorado y patentado años después por un hombre.

Mucho más moderno es el invento de Cristina Casadevall de la cámara, que en 2002 presento un material altamente resistente, ecológico y sostenible hecho a base de cascaras de frutos secos y cuyo uso podría hacer disminuir la tala de árboles para madera, hoy en día aún hay problemas con este material para su comercialización.

Son muchas las mujeres españolas que también han contribuido con sus ideas hacernos un mundo más cómodo, como Candelaria Pérez, que en 1889, fue capaz de patentar el mueble multiusos, recuperar esta patente podría reportarnos muchos beneficios, ahora que los espacios son tan reducidos.

Las tareas domésticas eran cosa de mujeres que se deslomaban trabajando, lavando ropa, cuidando hijos. Por eso en 1890, Elia-garci lara catala, inventó la lavadora, la secadora y la plancha en un solo dispositivo, una maquina perfecta para ahorrar trabajo a todas las mujeres, pero por supuesto no fue hasta muchos años después cuando empezó a comercializarse como lavadora, Elia nunca vio su invento patentado ni comercializado, en esos años ahorrar trabajo a las mujeres no era ninguna prioridad.

Mejor suerte tuvo Fermina Orduña, que en el siglo XIX fue la primera mujer en conseguir una patente a su nombre, visionaria adelantada creo el Eco-Food, presente hoy en día en todo el mundo, diseño una maquina automática para ordeñar y envasar la leche.

También tenemos doctoras especializadas en biología como Flora de Pablo Davila, que ha dedicado su vida a crear patentes para luchar contra el cáncer y el Alzheimer, entre otras enfermedades.

En el campo de la educación, María del Carmen Ortiz de Arce, conocida como sor Perboire, religiosa fundadora de la primera escuela para niños invidentes, dedicó toda su vida a crear un sistema conocido como, sor de lectroescritura y fue la precursora del actual método braille.

Más actuales son las ideas de Teresa Gonzalo , en 2012 creó un gel vaginal que ayudaba a las mujeres obligadas a tener sexo sin preservativo a que no se contagiasen del VIH, mujeres en países subdesarrollados que no tienen acceso a medicinas ni médicos, y sin embargo para poder comercializarlo a tenido que crear su propia empresa.

No podemos cambiar los años pasados, pero sí es obligación de todos recordar muchas grandes mujeres que ni las mencionan los libros de historia y han creado verdaderos inventos revolucionarios.

Hay que educar en la igualdad y el respeto, hay que educar en la bondad y la humildad y hay que educar hombres y mujeres libres pensantes para que en un futuro sean los gobernantes del pueblo, grandes médicos o incluso inventores. Tendrán más oportunidades si desde la base de la educación se inculca respeto hacia todos y todo.