Te lo debo. Las hojas era amarillentas y borrosas pero legibles, las rozaba apenas por miedo a romperlas. Me hallaba perdida en un mundo indiferente que ni siquiera me miraba. ¿ Como iban a darse cuenta de me sangraba el alma si nadie bajaba la mirada? Caminaba y caminaba, buscaba y no encontraba a los…
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