Ahí viene el hambre… colgada de los cuellos agotados de los que abren las bolsas en la calle y aunque el traje no sea de su talle visten su desnudez, avergonzados. Ahí viene el hambre… con los puños cargados de impotencia de quien lleva a su boca los desechos, las cáscaras, semillas, huesos secos, cubriéndole…
Redactoras























































































































































































































































