Cuando escucho a alguien lamentarse o constantemente quejarse, que la vida no es justa, que no hay oportunidades para todos o que se es tan pobre que ni siquiera se puede asistir a la escuela, pues déjenme decirles que ninguna de las circunstancias que puedan pasar por tu mente son limitantes o pretextos, aunque suene…
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