Perdóname madre por tanto daño, por no haber estado a la altura, centrado en mi ego y en mi locura, hoy lloro contigo al sentir tu llanto. No te quise bien, ¡tú me diste tanto!, tu verde, tu brisa, tu vida, tu abrazo… No sé desde cuándo te robé los días, creyéndome rey en mi…
Redactoras