Brindamos por última vez tras mirarnos en repetidas veces y desnudándonos con la mirada, deseándonos con ella misma. Hablábamos de mucho y escuchábamos poco. Él, meneó por última vez el cáliz de su copa mientras yo insunuaba constantemente que quería ser suya, no le pedí nada y él en una sola noche me ofreció todo.…
Redactoras