Perdemos el tiempo jugando una y otra vez a este juego del amor, tóxico e irremediablemente feroz. Si hablamos de sexo somos un cien sobre cien, pero si nos centramos en el entendimiento, la cámara está desenfocada. Claramente estamos en “difuminar”. No hay tema donde no discutamos, pensamos perfecta y sincronizadamente lo opuesto. En todo.…
Redactoras























































































































































































































































