Mi abuela Anita tenía tres hermosos jardines; uno al frente de la casa, otro al fondoy el tercero más bello, bordado en los embozos de las sábanas. En el verano de 1961 cumplí mis primeros cuatro años y ella me regaló unaregaderita de plástico. El mejor regalo, porque cuando caía el sol regábamos juntas.Y cómo…
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