Un minuto es mucho más que sesenta segundos

Mi nieto siempre usa la expresión “si sólo es un minuto” o ” déjame un minuto más”, “un minuto no es nada”. Siempre le respondo: “un minuto es mucho más que sesenta segundos”.

Si lo extrapolamos al mundo un minuto es mucho. En el mismo minuto hay personas muriendo y también naciendo. En un minuto puedes perder la vida o que te la arrebaten. En un minuto hay gente trabajando y trabajadores que se quedan en paro. En un minuto hay gente subiendo y bajando escaleras, entrando y saliendo de las casas.

En ese minuto último del atardecer está amaneciendo en otra parte del mundo. En un minuto son atropelladas en el mundo cientos de personas. En ese minuto hay parejas iniciando una vida juntas y otras rompiendo la convivencia.

“Un minuto puede ser la diferencia entre estar en paz o vivir en guerra”

El mundo gira como un reloj y minuto a minuto nuestras vidas se van acomodando o no. Un minuto es suficiente para enamorarte y también para desencantarse. En un minuto hay gente buscándose la vida y en ese minuto otra gente estará disfrutando de una buena vida.

Todos los minutos son importantes y minuto a minuto vivimos en este mundo unos pasando de puntillas otros pisando fuerte. En un minuto puede cambiar la vida de cualquier persona para bien o para mal. Vivimos el tiempo y dependemos del tiempo, todo pasa en un instante y nada podemos hacer para volver a vivir ese minuto.

En un minuto se engendra una vida y también se puede perder incluso antes de nacer. Un minuto puede marcar la diferencia entre estar bien o mal. Un minuto es lo que tardamos en dar un beso o un tortazo. Un minuto nunca puede ser baladí porque cada minuto es tan importante como el minuto siguiente o el anterior.

Mi consejo a mi nieto es que no pierda un minuto ni que tampoco lo subestime. Vivimos minutos únicos cada día, irrepetibles e irrecuperables. Seamos todos conscientes de que la vida en general pende de un solo minuto.