Hoy me apetecía pasearte. Mientras lo hacía, pensaba: “Te quiero, te quiero como lo hago desde el principio aunque a veces, no haya disfrutado tanto el momento contigo”. Me he movido por los lugares que indagué cuando llegué a vivir”te”. He paseado las mismas calles, he cruzado el mismo puente, he escuchado el agua de la misma fuente, me he sentado en uno de los mismos bancos y me han alumbrados las mismas farolas…
En un instante de lucidez he sido consciente que mañana se cumplen nueve años de aquella llegada triunfal en coche, he recordado la inmensidad de Atocha que observé como copiloto.
Conocía solo la primera parada, no sabía cómo trazaría el camino y lo dibujé caminando.
En este tiempo inigualable, he pasado por diferentes trabajos, barrios y casas, entre muchos otros escenarios y personas. Donde me he sentido a gusto he estado años; donde quizá no lo he estado tanto, me he ido más temprano.
He disfrutado millones de instantes contigo o a tu lado, no sé. Según la época, he sentido cada paso o la inercia me ha impulsado.
¿Será que nos estamos reencontrado, Madrid? Porque estas sensaciones se parecen a las de nuestro primer inicio. Estaban oprimidas entre ilusiones escondidas.
“Hoy contigo un paseo.
Hoy te acaricio y te siento.
Hoy saboreo el principio de nuestro encuentro.
Hoy me abrazo a ti de nuevo”
