Podemos entender el significado de servir como la acción de dar o prestar apoyo a quien lo necesite, sin embargo vemos en el día a día que servir es una labor que hacemos todo el tiempo, en el trabajo, en la calle, en las actividades sociales, y sumado a esto todo el servicio inconsciente que realizamos en el hogar, con la familia, pareja e incluso con uno mismo, porque estamos en constante interacción de información, actitudes, conversaciones, emociones y situaciones del diario vivir; al parecer, todo el tiempo estamos practicando el acto de servir, sin embargo cuando actuamos de manera mecánica se nos hace más fácil o menos desatenta la tarea. Diferente es, cuando por una situación social como las afectaciones que pasan muchas personas y en las necesidades básicas como el hambre, la sed, la enfermedad, el techo, en algunos casos aspectos de tipo físico y material, y en otros casos emocional, se evidencia la indolencia en ayudar a quien lo necesita. Se entendería que en los seres humanos el acto de servir genera reacciones emocionales que impide el sentido de ayuda hacia el otro, cabe resaltar que el servicio construye un mundo nuevo para quien da y para quien recibe, en algunos contextos: una palabra, un abrazo, una llamada o simplemente escuchar trasforma historias en vidas nuevas.
El verdadero valor de ayudar no debe ser un simple acto para vanagloriarse o ganar indulgencias si no que se debe plantar en un estilo de vida, donde la ayuda debe convertirse en el mejor hábito diario, con cada una de las personas que te rodees, si esto se multiplica llegaríamos a ser la sociedad de amor que en algún momento anhelamos.
Todos los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por un propósito estamos en el mundo, por ende todas las personas cuentan con talentos y destrezas, aunque no voy a enfatizar en esto, si hago referencia a que si tienes algo especial aplícalo, vívelo y transforma tu mundo, si lo haces posiblemente cambiara tu entorno, solo necesitas dar para crear un día diferente, no te imagines cosas de mayor valor o dimensión, inicia en ti, mira hacia adentro, en tu casa, tu familia, luego trasládalo a tu barrio, ciudad, o el mundo si así lo quieres.
¿Pero que se experimenta al servir?, aunque es una experiencia individual, puedo decir que se siente un estado de bienestar, una sensación de gozo, como cuando respiras profundamente o como cuando sacias la necesidad de hambre o sed, es un poco difícil describirlo, pero finalmente es la satisfacción que logra conectar la mente y el cuerpo, y se da cuando sientes la afinidad con el ser que vas a ayudar, la conexión inicial, aquello que te conmueve y logras estar en los zapatos del otro, es empatía.
En el ser humano se percibe que servir, se manifiesta de muchas maneras, vemos que la forma en la que tu das, posiblemente no sea la manera en cómo tu recibes, y aunque no debemos actuar por interés de recibir siempre, les aseguro que se logra recoger más de la vida cuando menos piensas.
Pero bueno, hay un ingrediente que va de la mano y es el amor, porque quien no sirve con amor no aprecia la conexión de lo que significa la verdadera bondad y no logra sentir la sensación de gozo que se experimenta al vivirla realmente, porque finalmente no hay nada más bonito que generar esperanza en la gente, esto es darle vida a nuestra existencia, qué tal, si creamos días diferentes a los problemas, estos siempre van a estar, también son parte de nosotros y es lo que nos muestra las habilidades que debemos desarrollar para afrontarlos y superarlos; el acto de servir con amor sana historias con sintonías diferentes, así que cuando regalas con afecto todo se transforma, manifiéstalo todos los días, en pequeñas o en grandes dosis, en besos, abrazos, sonrisas, o acciones materiales, todos los días está allí, ¡Míralo!
