El coitocentrismo es la idea de que una relación sexual completa y satisfactoria es siempre aquella que se basa exclusivamente en la penetración, dejando al margen otras prácticas como caricias, sexo oral, sexo anal, etc; esta es una idea que sigue existiendo a día de hoy y que provoca que muchas veces el placer de uno de los miembros de la relación o el de ambos se vea limitado o apartado por intentar encajar en unas “normas” acerca del sexo que para nada se ajustan a la realidad sexual.
Este concepto de “coitocentrismo” viene de la concepción que se ha tenido del sexo durante muchos años en los cuales sólo se concebía como una vía para la reproducción y no tanto para el placer, esta visión ha ifludo y sigue influyendo en la sexualidad de las personas al imponer el coitocentrismos/falocentrismo, la monogamia y la heterosexualidad como “lo normal”, hemos mejorado mucho en tolerancia y diversidad, pero sigue habiendo mucho que hacer.
La construcción de nuestra sexualidad puede parecer a simple vista, algo muy íntimo, pero en su desarrollo influyen multitud de factores como nuestro nivel de autoconocimiento, nuestro entorno social y cultural, así como las creencias, valores y normas presentes en estos. No fue hasta los años 60 cuando tuvo lugar una gran revolución sexual dando lugar al comienzo del cambio, el amplio abanico de orientaciones sexuales y de formas de vincularse más allá de la heterosexualidad y la monogamia que ya existía se hizo invisible y con ello se empezó a hablar del sexo alejado de la cuestión reproductiva y centrándose por primera vez y claramente en cuestiones como métodos anticonceptivos, la comunicación en la cama y su importancia, el placer y las infinitas maneras de experimentarlo más allá de un mete-saca, hemos avanzado bastante, cierto, pero sigue habiendo muchos mitos y tabúes en torno al sexo y el coitocentrismo es una de las muchas ideas que siguen presentes en nosotros a la hora de mantener relaciones sexuales y que juega un papel negativo en cuanto a temas sexuales, cuidado, esto no es una crítica a todas las técnicas que conlleven penetración ni mucho menos, se puede experimentar mucho placer a través de ellas y desear llevarlas a cabo, el problema viene cuando esa es la única vía que se emplea para sentir placer o hacérselo sentir a la otra persona, es decir, cuando todo gira en torno a ello ignorando el resto de posibilidades.
Desde esta postura y después de todo lo que hemos hablado es normal que el pene siga llevándose el papel protagonista y siendo el centro de la relación sexual (falocentrismo) lo que implica que el placer de las personas con vuelva quede, nuestros cuerpos y sentidos queden totalmente invisibilizados así como el concepto de “sexo” entre personas donde ambas tienen vulva.
¿Dónde ha quedado la seducción, caricias, sexo oral, besos, mordiscos, etc…? ¿Por qué se sigue diciendo “preliminares”?
Amiguis, TODO ES SEXO, LOS PRELIMINARES NO EXISTEN.
Si seguimos empleando “preliminares” lo único que estamos haciendo es perpetuar la idea de que todo lo que no sea penetración no es sexo, tan solo, una preparación para una posible práctica de penetración posterior, y el sexo es mucho más que esta práctica de manera aislada.
Démosle al clítoris y a las infinitas zonas de nuestro cuerpo en las que podemos experimentar placer el lugar que merecen y no nos olvidemos de ellos, se merecen ser acariciados y mimados; el tacto, el oído, la vista, el gusto y el olfato son fuentes a través de las cuales poder experimentar infinidad de sensaciones, pongámonos creativos, juguemos, divirtámonos y disfrutemos de nosotros y de la otra persona, al final esto es lo que realmente debe ser el sexo y no tanto unas prácticas u otras.
Y, por favor, no nos olvidemos de la comunicación y de su importancia, cada persona somos un mapa distinto de formas de sentir y de sensaciones, no tiene porqué gustarnos a todas las personas lo mismo, abandonemos estereotipos, tabúes y miedos y centrémonos únicamente en disfrutar.
