Hace ya un año que llegaste a mi vida. Y no sabes cuánto me aterra que el tiempo pase tan rápido, que los días no me den para decirte todo lo que me gustaría, para enseñarte a caminar por esto que llamamos vida, pero sobre todo, para que me enseñes a vivir esto que yo llamo camino y que, hasta que llegaste, para mí no tenía sentido. Por eso, quiero decirte algo antes de que pase otro año y se me olvide, antes de que te hagas mayor y ya tu adolescencia te quite tiempo y paciencia para escucharme, porque eso siempre pasa y no te culparé por ello, al contrario, debes saber que aquí estaré cuando estemos cerca y cuando estemos lejos.
«Al principio me llenaba de tristeza, pero terminé entendiendo que mientras duermes estás a salvo, en calma y feliz»
¿Sabes qué hago cada mañana antes de salir de casa? Mirarme al espejo y repetirme hasta convencerme que va a ser un día maravilloso, aunque el trabajo se me haga cuesta arriba, aunque mi almuerzo sea tan aburrido y monótono que ni me acuerde de lo que comí durante la digestión, aunque se me amontonen los emails y los mensajes pendientes por contestar, incluso, aunque al regresar a casa y ya al final del día te encuentre tal y como te dejé al irme por la mañana: durmiendo. Al principio me llenaba de tristeza, pero terminé entendiendo que mientras duermes estás a salvo, en calma y feliz.
Debes saber que trato de no perderme ni un sólo segundo de tu existencia, a pesar de que en ocasiones no me veas cerca; por eso, trato de hacerte reír fuerte, muy fuerte, trato de disfrutar de cada pasito que das, porque la mayoría del tiempo me la paso velando por que no resbales y puedas caerte; trato de dormirme siempre después de ti para que ningún monstruo te interrumpa los sueños; trato de mejorar tus dolores, cuando los tienes, porque para algo soy médico y de algo debe servir todo lo que he estudiado.
«No he encontrado mejor lugar donde reflejarme que ahí, en la pupila de tus ojos, donde quiero quedarme para siempre»
Pero sobre todo, mi princesa, trato de mirarte fijamente desde bien cerca, porque no he encontrado mejor lugar donde reflejarme que ahí, en la pupila de tus ojos, donde quiero quedarme para siempre.
Qué maravilla de relato. Directo al corazón…
Por aquí una mamá enfermera….. Que duro se hace… Siento que se me va el tiempo…
Muchísimas gracias, Nacho, es un placer que me leas💗
Naidirah, ser mamá no es tarea fácil, y compaginarlo con una profesión tan maravillosa como la tuya tiene mucho mérito. Tu esfuerzo y sacrificio tienen una clara recompensa, pues todo lo que haces es por y para tu hij@ o hij@s. Recuérdalo siempre🙏🏻