La noche de año nuevo, estamos en el ritual de las uvas, decretamos cada proyecto, sueño, cada plan como es la costumbre estamos contentos o al menos satisfechos porque nos creemos listos (sin saber lo que viene) para iniciar el año 2024.
Al despertar vimos pasar enero como un buen mes, sin sobresaltos ni novedades, entonces llega febrero con rumores de un extraño virus el cual nos parece lejos muy lejos, creemos que a nosotros como sociedad mexicana no nos puede afectar, y con un chasquido marzo estaba siendo elegido como el desafortunado mes del preludio que anunciaría la vorágine que se avecinaba, sin creerlo ni entenderlo estábamos inmersos todos en la carrera de la supervivencia.
Esta demás comentar por qué o cómo se convirtió en una lucha por sobrevivir más que vivir, si de algo estamos hasta la fregada de enfadados es de la palabra COVID-19, no hay necesidad de explicar que estamos en crisis pues lo que se vive por experiencia propia no requiere más explicaciones , y es que todo el mundo hemos vivido esta crisis de una u otra manera , a unos les quitó la vida, a otros el sustento, a otros el techo, y a más de uno su paz y salud mental.
A todos nos sacudió, nos puso en una situación que no pedimos ni imaginamos, sin embargo no vinimos a hablar de la lista de cosas negativas de este año que parece no tener fin, queremos invitarlos a reflexionar ¿Qué le está pasando a la humanidad?, estamos en una época donde pareciera que la obscuridad es eterna y que el único color que existe es el gris, la palabra muerte se adueñó de nuestro léxico, por eso pensemos, ¿en qué hemos contribuido cada uno para mejorar nuestra sociedad?, ni siquiera sociedad vámonos en corto nuestra casa o trabajo, ¿qué hemos hecho tan mal que ni siquiera podemos darnos la mano? ¿es acaso un llamado de atención para el mundo? ¿una invitación a la concientización? ¿a la meditación? ¿a la solidaridad? ¿a la desmaterialización? ¿A la creatividad (buscar los medios para)?¿ a dejar de pelear por cosas absurdas como decir “todes” en vez de “todos” y “todas”?. Vamos a despertar, no vamos a rendirnos, estoy segura de que todos vamos a regresar con cicatrices, pero mejores que ayer, vamos a regresar sabios, fuertes, resilientes, analíticos, cuidadosos, empáticos, vamos a regresar siendo un mejor mundo. No vamos a repetir aquello que no nos llevó a ningún lado, y vamos a valorar más la vida humana, por todos aquellos que perdieron a alguien, porque nos estamos llenando de dolor y distanciamiento, por eso no podemos regresar iguales.
Les comparto un pequeño dialogo de un libro afín a lo que estamos viviendo, para contextualizar un poco dicho personaje pasa una cuarentena de meses en un barco por la peste en cierta época de la historia:
“CHICO: ¿cómo acabó, capitán?
CAPITÁN: Adquirí todas aquellas costumbres nuevas. Me dejaron bajar después de mucho más tiempo del previsto.
CHICO: ¿Os privaron de la primavera entonces?
CAPITÁN: Sí aquel año me privaron de la primavera, y de muchas cosas más, pero yo había florecido igualmente: me había llevado la primavera adentro y nadie nunca más habría podido quitármela.”
Por cierto les recomiendo leer dicho libro, es el LIBRO ROJO de CG Joung, cuando lo lean entenderán que el aislamiento a veces es lo único que puede salvarnos y reinventarnos. Les deseo mucha fuerza a todos.
