Con el movimiento de mi cabeza hacia arriba y hacia abajo mi respuesta indudablemente era que si…
Me sentía feliz, quien no lo haría en un lugar maravilloso como aquel, rodeado de montañas, rodeado de naturaleza, quien no puede estar feliz cuando te encuentras en un lugar que le da sentido a todo, a la existencia de lo que representa ser humano, los detalles tenues hasta los más bruscos que definen el entorno, quien no podría ser feliz cuando de pronto cierras los ojos y puedes escuchar como el agua corre despacio. -Shhh- dice mi mente replicando una y otra vez no hables más, guarda silencio que este es tu lugar, toca las ramas observa su color y presta atención cómo logra contrastar con todo lo demás, como aquellas se conectan al tronco de los árboles y cómo logran volverse una misma, hojas de distintos colores, algunas con un tono tenue de verde otras más oscuras, algunas ya tomando un color marrón ya casi dando terminado su ciclo de vida para dar inicio a otro, unas tantas ya se encuentran en el suelo listas para dejar sus nutrientes en la tierra., el aroma tan peculiar de la tierra húmeda, el olor a encino, tan distintivo que me trae recuerdos de cuando era pequeña, es como una canción para el alma, es como un susurro al viento y como un viaje muy adentro.
-Shhh- resuena de nuevo, ahora presta atención a los sonidos, escucha como las pisadas se vuelven parte del entorno, escucha como a lo lejos se logran distinguir sonidos suaves, hojas moviéndose, el sonido de los insectos, es irónico que también percibo el sonido de como caen las gotas de agua a mi alrededor, en mi piel., mi corazón se siente en calma, se siente seguro a pesar de que estoy frente a algo que es desconocido, es reconfortante, como cuando la abuela prepara un rico caldo de pollo para curar un resfriado o como cuando estas triste y te dan un abrazo de esos que aprietan fuerte fuerte, como cuando tienes miedo y papá se sienta al lado tuyo y te dice que todo estará bien… Feliz claro que lo estoy, porque estos lugares me regresan a mi centro, me hacen mirar el mundo con más claridad, me hacen recordar que los detalles están en las cosas más simples, me hacen recordar que como seres humanos tenemos la capacidad del pensamiento crítico, analítico y reflexivo, cuya cuestión puede llegar a ser tan fuerte para tomar decisiones que cambien el rumbo de lo que somos, de lo que queremos o no construir.
Durante el recorrido decido no quedarme tan atrás como para escuchar las risas de mis compañeros, pero tampoco al frente, estoy justo en el punto medio para regalarme un instante a mí y a lo que me rodea, es como si estuviese en trance, sólo que esto si es real, sentidos agudizados y una emoción inexplicable, el tiempo corría pero para mí es como si estuviera en pausa., respuestas vienen y van constantemente, momento en el que logró abrazar la compañía y la soledad al mismo tiempo, porque justo en ese lugar dejan de pelear entre sí y se vuelven una misma, introspección le llaman algunos, para ser más explícita básicamente yo lo considero como una reconexión con lo que algún día fui, con lo que soy y con lo que algún día seré.
‘’La naturaleza no es un lujo, sino una necesidad del espíritu humano, tan vital como el agua o el buen pan‘’
Edward Abbey
