¿De cuánto debería ser una baja de maternidad?
Hace dos años en Square Ventures hicimos el Square Weekend Women, un workshop donde 100 personas determinaron un decálogo por la igualdad de género y una de las medidas fue la ampliación de la baja de maternidad y paternidad a 24 meses.
Hoy conocemos una voz autorizada, Carolina Aznar periodista y madre.
Hace tres años me convertí en Madre, una de las experiencias más brutales que he vivido hasta el momento, en lo bueno en lo malo. Y no me refiero al momento del parto sino a todo lo que viene después. Algunas cosas han cambiado desde hace tres años, empezando por las escasas dos semanas de la baja paternal de entonces hasta las, igualmente escasas, ocho semanas actuales. En el caso de la baja maternal no ha cambiado nada. Sí que hay más debate en torno a este tema y una sensación general de que las dieciséis semanas de las madres son bastante poco y que no cubren las necesidades de los recién nacidos.
Fuera de este mundo de padres y madres todo esto suena un poco a chino, pero una vez que te sumerges en él empiezan a surgirte dudas y preguntas que jamás te hubieras planteado en otra situación. Y mientras todos hablan de la ampliación de las bajas, más que necesarias, pensando en esos niños a los que hay que alimentar, a los que hay que cuidar, yo no puedo evitar pensar en las madres. De la noche a la mañana tu mundo cambia, tus esquemas se rompen, creías que estabas preparada pero la realidad es que no, tus hormonas revolucionan tus sentimientos, te han contado todo lo bueno y bonito de la maternidad pero se ha omitido lo que no es tanto. Una persona que no conoces depende absolutamente en todo de ti, tu cabeza se llana de miedos, tu cuerpo esta exhausto del cansancio, y si a esto se le suma una larga recuperación del parto y además dolorida, la recién estrenada madre es una bomba de relojería. Y ¿por qué pienso en las madres cuando hablo de la baja por maternidad o paternidad? Porque nos hemos olvidado de que, además de cuidar al bebé que acaba de nacer, tenemos que cuidar a la madre, porque ella también está indefensa en un mundo que también acaba de descubrir.
Las bajas deberían ampliarse, por supuesto pensando en el bebé, que de todos es el más indefenso, pero también teniendo en cuenta la nueva situación de toda la familia.
Que el padre pueda disfrutar de una baja más larga puede significar que la madre no se sienta tan sola, una ayuda extra en los primeros meses de la nueva vida de todos, una ayuda que va más allá del cuidado del bebé o de compartir las tareas de la casa. Me refiero a la ayuda psicológica y emocional que necesita la madre y a la que se le da tan poca importancia.
