Soy florista, realmente nunca me consideré una artista porque son palabras mayores, pero sí creativa. Los floristas somos artesanos de las flores. Mucha gente cree que por el hecho de ser flores, puestas de cualquier manera ya quedan bien, ya están bonitas, pero eso no es del todo cierto. Nosotros los floristas, lo que hacemos con ellas, es manipularlas a nuestro antojo como medio de expresión.
En mis arreglos me gusta que la flor retorne a todo su esplendor, sin grandes artificios, respetando su propia identidad. Evocando su niñez silvestre, como cuando estaba en el campo, libre, junto a otras especies de su entorno. En su hábitat natural los colores se transforman por simbiosis de las otras flores que hay a su alrededor, se mueven con la ondulación del viento, se queman al calor del sol o se mojan con la humedad de la lluvia.
“En la alegría y en la tristeza, las flores son nuestras amigas constantes”
Okakura Kakuzo
Las flores son estacionales, tienen mucho que ver con nosotros. Al fin y al cabo todos estamos vivos de la misma manera, solo que a ellas les cortan y su vida se va apagando más lentamente que la nuestra. Su ciclo de vida es corto, es perenne. Mucho más limitado que el nuestro. Inevitablemente se apagaría igual, casi de la misma manera, muy poco después, aunque no las hubiéramos cortado. Una flor no puede sobrevivir sin agua y sin sol, al igual que nosotros. No hay vida sin flores ni flores sin vida.
Las flores tienen su propio lenguaje además de su propia simbología desde la antigüedad. Pueden expresar amor, felicidad, perdida, pureza, esperanza, etc… Las intenciones de los caballeros en la era victoriana se comunicaban a través de las flores que enviaban a sus amadas. Las flores, a sí mismo, nos recuerdan cuanto nos ama la naturaleza, tal y como dijo Johann Wolfgang von Goethe. Las flores nos ayudan a sociabilizar. Regalar flores es mucho más que regalar cualquier otra cosa. Además de poseer beneficios terapéuticos a nivel emocional y físico. Se usan como medicina en muchas civilizaciones, como por ejemplo en la China.
“Las flores son una orgullosa afirmación de que un rayo de belleza supera a todas las utilidades del mundo”
Ralph Waldo Emerson
Creo que las flores son el ser vivo más similar a los seres humanos. Crecen y florecen como nosotros, como el amor, se adaptan o se mueren ante la adversidad. Todas son diferentes, no existe una igual, algunas son comunes y más vulgares, otras son raras y hermosas. Saber escogerlas, combinarlas y crear de ello una nueva realidad, mezclando otros elementos decorativos o de fantasía, merece de gran habilidad y algo de talento, porque no decirlo.
“Un arreglo floral para que esté bien hecho solo necesita emocionar”
Cuando realizo un determinado arreglo floral es importante pensar siempre a quien se va a destinar, tener en cuenta sus gustos, su personalidad, la intencionalidad, donde se va a colocar y que sensación queremos obtener con ello. Un arreglo floral para que esté bien hecho solo necesita emocionar. Ese es mi secreto. Si nos genera una emoción al verlo ¡Voilà! ¡Se tout! No hay nada más de que hablar.
