Esta noche, una madrugada maldita como la de un dos a un tres, el calendario me grita directo a mi mente. Es inevitable.
En un anochecer violento de melancolía, una noche en la que la vida me arrebató tu presencia en esta dimensión, para siempre, pero nunca tu alma.
Escribiré estas palabras para ti, es una noche en la que mis sentimientos explotan, y no lo voy a impedir, ni quiero…
¡Que se entere la vida de que te llevo en lo más profundo de mi corazón, MADRE MÍA!
Después callaré, y me perdonaré por seguir llorando a solas, mientras ofrezco al mundo mi sonrisa, porque así me lo enseñaste.
Necesito dedicarte estas palabras bonitas siempre que mi voz y mis dedos tiemblan de amor al recordarte, pero no mis suspiros y sé que te llegan cargados de mí…
Tus manos, las que yo quiero, las que tuve entre las mías, tus manos arrugadas, tus manos humildes, tus manos santas, las que me dieron el mejor amor y el mejor pan, las manos de mi madre, dichosas, bellas, correteando siempre por la casa, abrigándome, secando mis lágrimas, lavando mi ropa…
Manos llenas de alma… Tus manos que han quedado para siempre entre las mías.
Siempre serás eterna…
Esta madrugada miraré de nuevo al cielo y a mi corazón. Allí, donde estoy segura de que estás para siempre, desde que una noche de un tres, del loco febrero, me arrebataron tu vida de la mía.
Seguiré sonriendo y viviendo la vida que me diste, de ti lo aprendí, como de nadie…
Estás bellas palabras recordaron el momento en el que perdí a mí Madre en una madrugada de septiembre… Gracias por escribir y poner ésa ternura en cada una. .Nunca se olvida…💐🙏✨
Muchísimas gracias a ti por leerme. Un abrazo.